Viajes

Cómo se formó y dónde está la Playa de los Cristales

Paula Buedo

Foto: Big Stock

Sábado 19 de agosto de 2023

5 minutos

La erosión del mar ha transformado un vertedero de cristal en un paraje natural asombroso

Cómó se formó y dónde está la Playa de los Cristales
Paula Buedo

Foto: Big Stock

Sábado 19 de agosto de 2023

5 minutos

Los caprichos de la naturaleza son impredecibles y, en ocasiones, nos regalan parajes de lo más excepcionales. Una de estas bonitas casualidades ocurrió en Laxe, al norte de Galicia, donde un vertedero ha pasado a ser una playa con gemas refulgentes en lugar de arena.

En plena Costa da Morte, Laxe oculta una joya atractiva y especial. No es una playa donde puedas pasar largas horas disfrutando de sus aguas, pues las corrientes hacen que el baño esté prohibido. Tampoco es una fina arena dorada que recuerde a los paraísos tropicales lo que atrae a turistas de todos los rincones.

El brillo de la Praia dos Cristais o playa de los cristales es una inesperada respuesta del mar ante la acumulación de basura. A pesar de que este rincón en la costa se había transformado en un enorme contenedor verde, las olas no dejaron de bañarlo con su rítmico ir y venir. Después de años repitiendo este suave vaivén, se produjo la metamorfosis.

La erosión es la fuerza responsable de muchos de los paisajes más increíbles de nuestro planeta. A través del agua o el viento, moldea la naturaleza como un escultor a gran escala. Es complicado que encuentre resistencia, pues la paciencia es una de sus mayores virtudes: algunas de sus obras han tardado incluso miles de años en tomar la forma que vemos hoy.

Esta erosión también está detrás del brillo especial de la playa de Laxe. Con el paso del tiempo y la constancia del mar, los fragmentos del vidrio depositado en el vertedero fueron chocando entre sí, pulidos por la fuerza del agua y convirtiéndose en pequeñas joyas de colores que se mezclan con los granos de arena.

bigstock  190438618 (1)

Pérdidas irrecuperables

Esta playa es uno de los pocos ejemplos que hay en el mundo de este tipo de “arena”. Solo pueden presumir de ellas Luanco, en Asturias, con su playa del Bigaral; Fort Bragg, en California, con su Glass Beach; o en la rusa bahía de Ussuri, en Primorsky, que también se originó a partir de un vertedero de vidrio y porcelana. Una suerte irónica que, en nuestro país, hayamos terminado con dos de los escasos parajes espectaculares con origen en vertidos de basura.

Pese a todo, la playa de Laxe no siempre se ha considerado tan especial como lo hacemos hoy. Si bien es cierto que atraía turismo por sus exóticos colores translúcidos, la Xunta de Galicia pensó en 2004 que no era más que basura y se lanzó a limpiarla para recuperar la cala original, dispuesta a no dejar ni uno solo de los cristales que la habían convertido en lo que era.

La respuesta a esta medida llegó en forma de presión por parte de los vecinos y colectivos ambientalistas, que eran conscientes del valor y atractivo de los pequeños cristales pulidos. Sin embargo, para cuando lograron parar esa inoportuna limpieza, ya se habían perdido una gran cantidad de cristales que no podrían recuperarse.

A este episodio se suma un lento y continuo maltrato por parte de los visitantes. “Se mira, pero no se toca” es uno de los lemas de este lugar, pues muchos turistas quedaban prendados de los pequeños cristales y decidían echarse unos pocos al bolsillo. Así, entre todos los viajeros que por allí pasaban con esa idea, los cristales se iban agotando, por lo que se estableció la prohibición de llevarse un trocito de playa como souvenir natural.

bigstock Laxe spain  August      460177983

Una “catedral” neolítica y percebes

Si planeas una escapada a esta región, el viaje no puede terminar entre los cristales de la playa. Podrás contemplar un entorno único con muchos otros atractivos que no puedes perderte. Además de poder disfrutar de la arquitectura de piedra de las casas marineras, se trata de un lugar plagado de miradores para deleitarse con el paisaje.

Laxe tiene, además, una ría que comparte con Corme. De ella, son famosos sus percebes, tan típicos de la Costa da Morte y que tantos peligros suponen para los tradicionales percebeiros.

Sin embargo, una de las paradas casi obligatorias es casi un viaje en el tiempo. A una decena de kilómetros se encuentra una joya, aunque no brilla como los cristales de la playa. Se trata del dolmen de Dombate, un gran monumento megalítico del Neolítico.

Hace casi 4.000 años, los habitantes de esta región construyeron este monumento, que fue utilizado como lugar de ritual y enterramiento colectivo. Tras su excavación a finales de los años ochenta, fue bautizado como la “catedral del Neolítico” por sus grandes dimensiones.

Sobre el autor:

Paula Buedo

… saber más sobre el autor