Viajes

¿Crucero fluvial o marítimo? ¿Cuál escoger?

Marco Herrera

Sábado 23 de febrero de 2019

ACTUALIZADO : Sábado 23 de febrero de 2019 a las 5:38 H

3 minutos

Diferencias entre ambos cruceros que pueden hacer que vivas una experiencia completamente distinta

Crucero marítimo atracado en puerto (Creative commons)
Marco Herrera

Sábado 23 de febrero de 2019

3 minutos

Los viajes en barco cada vez se hacen más hueco entre quienes buscan unas vacaciones diferentes o, incluso, entre los que lo ven como una apuesta más romántica y relajada, lejos de las vacaciones más típicas de playa y hotel. Lo que para muchos puede ser una opción meramente anecdótica, posiblemente se convierta en crucial cuando conozcan los detalles y las marcadas diferencias que existen entre viajar en crucero por un gran río o hacerlo por el mar.

Empecemos por lo principal, y es el volumen de la nave. El tamaño es clave para notar en mayor o menor medida el movimiento del crucero, aunque no es el único factor. También las aguas por las que navegue marcan dicho comportamiento, ya que no será lo mismo surcar aguas revueltas con grandes olas que hacerlo por unas más tranquilas.

Cuestión de peso

En este caso, un crucero marítimo siempre es muchísimo más grande y acoge a más personas que uno fluvial. Cada vez son de más tamaño, pequeñas ciudades con casi todos los servicios disponibles para albergar fácilmente a 2.000 o 3.000 pasajeros. En el caso de un crucero fluvial, hablamos de embarcaciones bastante más pequeñas, que a lo sumo pueden recibir a unas 300 personas, por lo que la vida en ellos se convierte en una experiencia más familiar y cercana.

Crucero fluvial por el río Mississippi en Chattanooga, Estados Unidos (pxhere)

Los horarios de navegación son otra de las diferencias, ya que los cruceros por ríos permanecen en puerto toda la noche para salir a primera hora de la mañana hacia los destinos a ver y visitar. Los marítimos navegan durante toda la noche debido a que son distancias mucho más largas y de día suelen atracar en puertos para que los pasajeros visiten la ciudad.

Todos estos factores hacen que las instalaciones de los cruceros marítimos sean más completas, sin que ello conlleve que los fluviales cuenten con malos equipamientos. En los fluviales puedes ver mejor los distintos pueblos y ciudades por los que pasa, por la cercanía a la orilla., mientras que esto es algo que solo podrás divisar en los marítimos cuando estés muy cerca del puerto.

Cultura frente a ocio

Dicho todos esto, los cruceros fluviales son una perfecta opción para quienes busquen una experiencia más relajada e incluso cultural. Trayectos más cortos enfocados a disfrutar de la cultura, arquitectura y gastronomía de los destinos que se visitan. Los cruceros marítimos pasan muchas más horas entre destinos, por lo que podrían resultar más apropiados para quienes busquen experiencias más ociosas, aprovechando las múltiples instalaciones de la embarcación (piscinas, espectáculos, terrazas, discotecas, cine...), sin por ello dejar de lado momentos culturales en los tours que se llevan a cabo en las diferentes paradas.

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