Marco Herrera
Viajes
Moros y Cristianos, febrero es el mes grande en Bocairent
La celebración de Moros y Cristianos en la localidad valenciana de Bocairent es de las más populares de España. Cada año atrae a curiosos de todo el país para disfrutar esta fiesta declarada de Interés Turístico Nacional
Febrero es el gran momento para Bocairent, mes en el que la pequeña localidad valenciana se hace conocida por los festejos populares en honor a su patrón San Blas. La celebración empezó en 1870 y desde entonces es una de las más populares de todas las que conmemoran la lucha entre musulmanes y católicos hace más de 500 años, en que desembocó en La Reconquista.
Alcoy, Villena o Elda, entre otros muchas poblaciones de El Levante, conmemoran estos acontecimientos y disfrutan de mayor afluencia y popularidad debido también a su mayor población. Pero Bocairente es el ejemplo de que pueblos más pequeños pueden celebrar estas fiestas con el encanto que otorgan las estrechas calles y la gente de una localidad de menor tamaño. Las filaes que participan en las fiestas son, por parte de los cristianos, Espanyoletos, Granaderos, Contrabandistas, Suavos y Estudiantes. Y cuatro en el bando moro: Moros Viejos, Moros Marinos, Marrocs y Mosqueteros
Cada día, un festejo
El primer viernes de febrero empiezan las fiestas con la Nit de Caixes, en la que cientos de festeros recorren las calles del pueblo vistiendo la manta bocairentina, los tabalets y los farolets, los cuales conmemoran el patronazgo de la pequeña villa por parte de San Blas desde 1632.
El sábado se celebra La Entrada, que comienzan los cristianos con sus pasodobles desfilando al llegar la noche. En contraposición, el bando moro con sus marchas más lentas y emotivas.
El domingo es el gran día de los festejos con la procesión del Patrón San Blas y la entrada del santo, la reliquia y el Guión de Sant Blai en la plaza del ayuntamiento. A todo esto acompañan las luces apagadas, las campanas sonando y la gente vitoreando "Vitol al Patrón Sant Blai".
El lunes es el día de Moros y Cristianos y llega la hora de las Embajadas, que escenifican el parlamento entre moros y cristianos para conquistar el castillo. Los numerosos fuegos artificiales por todas las calles de la villa son la mayor particularidad de este día.
El martes se cierran las celebraciones con el Día del Santo Cristo, que destaca por la subida en romería a la ermita de músicos y festeros. El camino del Calvario se tiñe de colores y se representa El Despojo del Moro.