Qué ver en la localidad de Lourdes, además de su famoso santuario

Para conocer la historia de esta localidad del sur de Francia debemos remontarnos al año 1858 cuando a Bernadette Soubirous, una campesina de apenas 14 años, se le apareció en 18 ocasiones (entre el 11 de febrero y el 18 julio de ese año) la Virgen María en una gruta entre las rocas. Desde entonces, el ciudad de Lourdes (@TourismeLourdes) es centro de peregrinación de miles de creyentes que viajan hasta este santuario como parte de una promesa cumplida o para pedir la protección de la virgen.

Pero hoy, además de conocer este templo religioso y sagrado, vamos a descubrir un poco más la otra cara del turismo que se acerca a esta ciudad francesa al margen del fervor religioso.

El Santuario que recibe dos millones y medio de visitas al año

Precisamente este año se celebra el 175º aniversario del nacimiento de Bernadette y el 140º aniversario de su muerte y por ello son muchos los visitantes que acudirán a Lourdes durante este 2019. Así, podrán conocer todo este recinto sagrado de más de 50 hectáreas con una veintena de lugares de culto entre los que se encuentran la gruta de Massabielle donde tuvieron lugar esas apariciones, hasta la iglesia de Santa Bernadette o la basílica de Nuestra Señora del Rosario. Da igual el día o la hora de tu visita, el santuario permanece abierto las 24 horas al día los 365 días del año para acoger a todo aquel peregrino que se acerque hasta aquí. 

Los otros encantos de Lourdes

Además de su principal reclamo turístico, en esta ciudad francesa uno puede visitar el castillo que fue la antigua residencia de los condes de Bigorre y que tras un tiempo habilitada como prisión (durante los siglos XVII y XVIII) hoy es la sede del Museo Pirenaico. Un espacio cultural que atesora diversas colecciones sobre la historia y la cultura de los habitantes de la zona desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo pasado.

Destaca en este conjunto fortificado la torre de Garnavie, también denominada torre de Guigne, antigua atalaya del recinto de la ciudad y que da buena cuenta de la posición defensiva que tuvo Lourdes durante la Edad Media, un recinto que ni siquiera pudo ser conquistado por las tropas de Carlomagno.

Otro de los rincones que no te puedes perder de la ciudad es contemplar desde lo alto Lourdes y la preciosa zona verde que la rodea. Y para ello lo mejor es subir al funicular del Pic du Jer que se localiza a la entrada de la localidad y está a unos 1.000 metros de altitud.

Puedes llegar hasta su base en tu propio coche, hay aparcamiento, o bien optar por el tren turístico o el transporte público. Una vez arriba observa estas bellas vistas del valle de Argelès Gazost o emprende alguna de las rutas de senderismo que hay por la zona. 

Si viajas con niños, puedes hacer acercarte al parque natural donde viven muchos de los animales de la zona como osos, linces, nutrias, marmotas, ardillas, buitres... Se trata del Parc Animalier des Pyrénées (@PApyrenees), a apenas 15 kilómetros de Lourdes donde además de poder dar de comer a alguna de estas especies se pueden alquilar cabañas para dormir en medio de este espacio natural en el corazón de los Pirineos.