Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja
Opinión

¿Cuáles son las causas de la baja productividad en España?

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Martes 26 de diciembre de 2023

6 minutos

¿Cuáles son las causas de la baja productividad en España?  

Martes 26 de diciembre de 2023

6 minutos

Detrás de gran parte de los males que aquejan a la economía española está la baja productividad.  Un problema que lleva diagnosticado hace mucho tiempo y que es la causa que explica los bajos salarios y el estancamiento de la renta per cápita. 

El P.I.B. per cápita está estancado porque la productividad no ha crecido. España crece porque vende más al haber más trabajadores produciendo, pero al no producir más, su riqueza se estanca. Esta situación refleja la baja productividad de la economía española: hemos crecido, pero ese crecimiento no se explica porque seamos más eficientes haciendo lo que hacíamos.  Simplemente, hemos añadido más capital y más trabajadores, y por eso no ha mejorado la productividad. Eso hace que ahora mismo haya más gente que nunca trabajando en España, pero seamos más pobres que antes. 

¿Pero, qué es la productividad?  

La productividad es el termómetro que mide el resultado de un trabajo, siendo un parámetro fundamental para ver la marcha económica de un país. 

La productividad es una medida macroeconómica que permite calcular cuantos bienes y servicios se han producido por cada factor utilizado trabajo y/o capital (infraestructuras, maquinaria, tecnología…) en dicho proceso productivo en un tiempo determinado. 

Hay tres tipos de productividad a tener en cuenta: 

La productividad laboral es la medida más usada y consiste en dividir el P.I.B. (los bienes y servicios producidos en un país) por el número total de horas trabajadas. A esta categoría también se la conoce como productividad por hora trabajada. Está relacionada con los productos obtenidos por cada hora de trabajo. 

La productividad total de los factores relaciona la producción que se obtiene con todos los intervinientes en la producción (infraestructuras, capital, trabajo y tecnología) que intervienen  en un ciclo productivo desde el inicio de este hasta la etapa de salida de la fábrica. 

La productividad marginal analiza la producción extra que se consigue con una unidad adicional de un factor de la producción manteniendo constante el resto. 

Se trata de un concepto próximo al de eficiencia y rendimiento económico y afecta en última instancia a la mejora de los salarios de los trabajadores y al bienestar de la sociedad en general.  Cuanto mayor es la productividad de un país, mayores son los sueldos y también la recaudación de impuestos que son los que permiten el mantenimiento del Estado del Bienestar (Pensiones,  sanidad, educación y servicios sociales). También beneficia a las empresas al establecer medidas de flexibilidad laboral (como la conciliación o el teletrabajo). 

Comparación con Europa 

La economía española tiene una de las productividades más bajas y muy alejada de los países más avanzados. Según EUROSTAT en 2022 en España se situó en 16,5 puntos por debajo de la 

media de la eurozona en productividad laboral por hora trabajado y 8,2 puntos menos que la media de los 27 países de la U.E. 

Los países con mayor productividad según los datos de EUROSTAT en 2022 fuero Irlanda, Luxemburgo, Dinamarca, Alemania, Holanda, y Austria. Por debajo de España se sitúan países  como Eslovenia, Republica Checa, Chipre, Lituania, Rumania, Croacia, o Portugal, la mayor parte de ellos de Europa del este. 

A nivel global, si nos comparamos con E.E.U.U., Corea del Sur, China, o la India, vemos que España se encuentra a años luz de la productividad de esos países. 

Causas de la baja productividad en España 

Las más significativas son las siguientes: 

  • Muchos trabajos en sectores de bajo valor añadido: en España existen muchas empresas tanto industriales (manufacturas tradicionales) como en el sector servicios (hostelería) con un bajo valor añadido que supone una baja productividad. 
     
  • Una insuficiente inversión en I+D+i.: En España las empresas invierten poco y además son escasas las que hacen este tipo de inversiones. En las estadísticas de I+D+i, España ocupa un puesto muy bajo a nivel europeo y alejadísimo de líderes mundiales en productividad como  E.E.U.U., Corea de Sur, o China. 
     
  • El bajo nivel formativo: un empleado peor formado es un empleado menos productivo. En España las tasas de abandono escolar son altas y el porcentaje de población activa con baja  formación es elevado. 
     
  • Minifundismo empresarial: el tejido empresarial español es minifundista (empresas de reducida dimensión física y económica) escaseando las grandes y medianas empresas que son  las que tienen más recursos y capacidades para innovar y formar a sus trabajadores. 
     
  • La baja cultura empresarial: La cultura empresarial en España es más tradicional y menos innovadora que en otros países. Los gestores pecan de conservadores y muchas veces no están  dispuestos a innovar en procesos y tecnología. Esta baja calidad de los gestores supone un freno a la productividad. 
     
  • Un mercado laboral disfuncional: donde las empresas apenas invierten en formación de sus empleados, en parte porque estos tienen contratos precarios. 
     
  • La maraña administrativa regulatoria: tanto a nivel sectorial como territorial lo que reduce la competencia y la calidad de los servicios. 
     
  • El bajo talento en la selección tanto de trabajadores como de directivos: La selección de personas es un elemento fundamental, ya que, si no se eligen personas productivas, aparece un grave problema de fondo. Además, el bajo compromiso y la desidia de algunos trabajadores y el bajo nivel de algunos directivos supone un elemento clave en la productividad.

Medidas para aumentar la productividad 

En los próximos años las empresas españolas tendrán que abordar la tarea de mejorar la productividad con el fin de aumentar la productividad frente a las empresas extranjeras con el  fin de ser más competitivas. 

Para ello habrá que implementar entre otras las siguientes medidas que aumenten la productividad: 

  • Aumentar la inversión en I+D+í: en 2020 este apartado supuso en España un 1,4% del P.I.B. mientras que las directrices de la U.E. es que sea al menos de un 2%. Por ejemplo, Alemania destina el 3%, E.E.U.U. el 3,4% o Corea del Sur el 5%. 
  • Mejorar la formación en capital humano: reformando en profundidad los sistemas educativos y de forma especial las universidades y la formación profesional adaptándolas a las exigencias de la realidad y a los retos que afronta la sociedad actual (envejecimiento de la población, digitalización, y cambio climático). 
  • Mejorar la cultura empresarial: que permita mejorar la organización y aumentar la eficacia y la eficiencia de las empresas que permita introducir y mejorar nuevos procesos, métodos y políticas que hagan medrar el tejido productivo. 
  • Impulsar la utilización de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs): las nuevas tecnologías ayudan a simplificar y a agilizar el trabajo de los empleados, y evita que estos se demoren en tareas rutinarias y de poco valor añadido. De ahí que las empresas tendrán que incrementar en los próximos años la utilización del capital tecnológico más avanzado y sobre todo del procedente del ámbito de la Inteligencia Artificial (IA). 

El futuro de la productividad 

Para los próximos años mejorar la productividad en España es un enorme reto que se nos presenta como sociedad y una necesidad imperiosa si queremos mantener nuestro modelo social y mejorar nuestra competitividad a nivel de país. La situación actual es preocupante y requiere de soluciones prácticas y realistas urgentes.

Sobre el autor:

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja es profesor Titular del Departamento de Economía de la Universidad de La Coruña (UDC).

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