Los sénior ante la reforma de los subsidios
Francisco MesoneroFoto: Europa Press
Lunes 20 de noviembre de 2023
3 minutos
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Lunes 20 de noviembre de 2023
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La reforma de los subsidios pactada por el Gobierno con Bruselas está dando mucho de qué hablar. La iniciativa incluye el cobro de una cuantía más alta al principio, que irá descendiendo gradualmente con el objetivo de incentivar la búsqueda de empleo. En términos generales, se entiende que la medida tiene una intencionalidad positiva, al equilibrarse la necesidad de apoyo con el estímulo para buscar trabajo, a través de la reducción gradual de la ayuda recibida.
Como punto a favor, las personas en desempleo reciben un soporte financiero robusto en un momento crítico, en el que acaban de perder su trabajo y necesitan tiempo para reorganizarse y buscar nuevas oportunidades profesionales. Sin embargo, sería necesario apuntalar esta propuesta con fórmulas de flexibilidad que se adapten a todas las circunstancias. No en vano, este tipo de medidas dan por sentado que las personas desempleadas que reciben subsidio no buscan activamente trabajo. Esta realidad se produce, efectivamente, en algunos casos, en los que los subsidios pueden generar un efecto desincentivador, especialmente si la cuantía recibida es comparable o superior a la que se percibiría a través del empleo.
Sin embargo, en otras ocasiones esta asunción se aleja de la realidad, especialmente entre muchos profesionales sénior, cuyo desempleo tiende a cronificarse por causas ajenas a su voluntad. En la Fundación Adecco (@fund_adecco) acompañamos a personas mayores de 55 años que dedican grandes esfuerzos a buscar nuevas oportunidades profesionales, pero que encuentran grandes barreras en el proceso. Partiendo de esta realidad, la reducción progresiva del subsidio no aceleraría necesariamente la consecución de un empleo, sino que podría reforzar el estigma y añadir estrés financiero adicional, conduciendo a las personas sénior a aceptar trabajos inadecuados a su experiencia y formación, a medida que sus ingresos disminuyen. Con ello, la inclusión laboral no sería exitosa, al no existir una correlación entre el perfil del profesional y el empleo conseguido.
A la luz de esta reflexión, son interesantes otras propuestas sobre la mesa para incentivar la búsqueda de trabajo y evitar el efecto cronificación del subsidio, como las que ya se han aplicado con éxito en otros países como Dinamarca, Suecia o Reino Unido. Por ejemplo, el impuesto negativo sobre la renta o complemento salarial, un concepto económico diseñado para que las personas con menores ingresos puedan seguir recibiendo parte de la prestación una vez encuentran trabajo. A diferencia del modelo tradicional, donde si una persona empieza a percibir ingresos por trabajo pierde su prestación rápidamente, en este caso el importe del subsidio se reduce gradualmente, pero nunca del todo. De esta manera, las personas tienen un incentivo para trabajar, porque siempre mantienen parte de su prestación, aumentando sus ingresos totales cuando encuentran empleo. Se trata de una propuesta con un gran potencial transformador, que desde la Fundación Adecco hemos reivindicado mucho tiempo, ya que va dirigida a las personas que realmente lo necesitan, evitando abusos de los recursos públicos y frenando el trabajo no declarado, que refuerza el riesgo de exclusión y pobreza entre las personas más vulnerables.