Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja
Opinión

El impacto de la guerra de Ucrania en la economía española

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Viernes 7 de julio de 2023

6 minutos

El impacto de la guerra de Ucrania en la economía española

Viernes 7 de julio de 2023

6 minutos

Después de más de 15 meses desde que comenzó la invasión de Ucrania por Rusia, desencadenando una guerra de magnitud, duración, y consecuencias imprevisibles, todavía se desconoce su desenlace, o si esta pudiera empeorar. 

España no se ha mantenido al margen del conflicto como pasamos a comprobar a continuación al hacer un análisis de cada una de las principales macromagnitudes.

PIB: recuperado el nivel prepandemia 

Durante la pandemia del Covid, el PIB español fue uno de los que más cayó entre las economías avanzadas (11.3%) debido a varios factores. Entre ellos podemos destacar el confinamiento más estricto que en otros países, las sucesivas olas que siguieron manteniendo fuertes restricciones económicas, los límites al turismo (supone en torno al 14% del PIB español), lo que supuso un lastre, el excesivo número de pymes, que representan más del 90% del tejido empresarial español y que presentan una capacidad defensiva muy reducida y una estructura financiera muy vulnerable ante la caída de la demanda, por lo que resultaron muy afectadas, la excesiva temporalidad del mercado laboral, que se llevó por delante más de un millón de empleos temporales (los ERTE solo protegieron a los fijos), y el menor margen para gastar que tuvo el Gobierno en comparación con países como Alemania y Francia, debido a que la deuda y el déficit público eran elevados. Todo ello, llevó a que el PIB se derrumbara en el año 2020, teniendo la mayor caída desde la Guerra Civil.

La invasión de Ucrania aumentó los temores a una recesión. Sin embargo, el PIB ha recuperado su nivel prepandemia en el primer trimestre de 2023, gracias a la fortaleza del sector exterior (por el boom del turismo y de las exportaciones de otros servicios) y al dinamismo de la inversión de las empresas. Por sectores de actividad, la agricultura y los servicios ya se han recuperado, al contrario que la industria y la construcción, aunque la agricultura, ganadería, y pesca han necesitado las ayudas directas del Gobierno consciente de que la subida de precios de los alimentos era un serio problema.

El PIB de España ha recuperado el tamaño previo a la pandemia más tarde que sus países vecinos, pero antes de lo esperado. 

Inflación: más baja que la media de la UE

En febrero de 2022 la inflación se descontroló subiendo al 7,6% después de llevar un año escalando, empujada por los altos precios de la energía y las materias primas, como consecuencia de la crisis de suministros. 

Desde entonces, la inflación ha iniciado una senda de bajada, dándole un respiro a las familias, en parte debido al abaratamiento de la energía, pero, sobre todo debido a los paquetes de medidas lanzadas por el Gobierno, hasta el punto de que España se ha convertido en uno de los países europeos con la inflación más baja (en mayo fue del 3,2% interanual) acercándose a los mínimos de hace dos años.

Electricidad y gas: menor impacto del previsto

Al igual que las gasolinas, el resto de las energías también han sufrido el impacto de la guerra de Ucrania. La electricidad fue la primera porque ya venía de fuertes subidas en 2021 por los problemas de suministro del gas que alimenta las plantas eléctricas del ciclo combinado.

El sistema europeo de fijación de precios de la generación eléctrica prima esta energía porque garantiza que nunca habrá escasez de suministro, pues sus plantas arrancan y se apagan al instante sin depender de factores exógenos, como el aire o el sol, y por tanto se paga a mayor precio que luego se aplica al resto de energías, lo que dispara el precio de la electricidad.

En julio de 2022, los Gobiernos de España y Portugal consiguieron que Bruselas aceptase una 'excepción ibérica', que topa el precio del gas usado para generar electricidad, lo que ha permitido reducir el recibo de la luz en el segundo semestre del año 2022, desde un máximo de casi 300€ el kilovatio en marzo a colocarse por debajo de los 100€ en meses posteriores. 

Además, se han reducido o suprimido los impuestos tanto a la electricidad como al gas.

Empleo: más trabajo que nunca 

El empleo es uno de los indicadores macroeconómicos que mejor están resistiendo la crisis de la guerra de Ucrania. 

Desde enero de 2022, fecha en que entró en vigor la reforma laboral, se han conseguido datos espectaculares (los mejores desde hace 40 años) al alcanzarse los 20,8 millones de ocupados. Hoy 1,8 millones de personas más que antes de la pandemia tienen un empleo indefinido en el sector privado de la economía, 1,6 millones padecían contratos temporales y han conseguido estabilizar las condiciones laborales, 600 mil jóvenes más tienen contratos indefinidos, muchos de ellos por primera vez en su vida laboral, y casi medio millón que tenían contratos temporales ahora son fijos discontinuos. Estos datos son un giro copernicano que ha transformado el empleo en los últimos meses. 

El propio FMI ha elogiado el dinamismo del mercado laboral español, que está creando empleo más estable, con mayor peso de los trabajadores indefinidos, gracias a los cambios introducidos por la reforma laboral. 

Pese a todo, la economía española mantiene un grave problema estructural en el mercado del trabajo al tener una tasa de paro del 13,26% según la EPA del primer trimestre de 2023, la mayor de todos los países de la U.E.

La deuda pública: una bomba de relojería 

La deuda pública se ha convertido, en los últimos meses, en una de las grandes amenazas para la economía española. Primero fue el salvavidas lanzado por el Gobierno a hogares y empresas para hacer frente al covid, que tuvo un coste elevadísimo para las arcas públicas y que llevó a la deuda pública hasta el 125% del PIB en el año 2021.

En el año 2022, el crecimiento del PIB y los bajos tipos de interés permitieron que el pasivo se pagaré prácticamente solo y la deuda pública bajó hasta el 117% del PIB. Sin embargo, el gasto público siguió creciendo en 2022 como consecuencia de los diferentes paquetes de ayudas para aliviar el impacto de la inflación. 

El déficit y la deuda pública es la mayor vulnerabilidad de nuestra economía ahora mismo. El elevado nivel de deuda combinado con el alto déficit estructural son una bomba de relojería que, en cualquier momento, puede estallarnos, sobre todo tras la subida de los tipos de interés, que están elevando el coste de la deuda pública y el fin de las compras por BCE.

La subida de los tipos de interés: ¿provocará una recesión?

El principal motivo de la subida de los tipos de interés es controlar la inflación ya que, al subir los tipos, se enfría el consumo y baja la inflación. El enfriamiento de la economía es la gran duda que ahora planea sobre los mercados ya que, en función de cuan brusco sea el frenazo, más o menos problemas creará al crecimiento económico 

El sector exterior: récord en las exportaciones, el turismo y los servicios no turísticos

Las exportaciones españolas se han convertido en la gran fortaleza de la economía española. A pesar del debilitamiento del comercio con Ucrania y Rusia y la ralentización de clientes vecinos, como Alemania (acaba de entrar en recesión técnica), las empresas españolas han seguido vendiendo en 2022, batiendo récords históricos en las exportaciones. 

Es necesario destacar la capacidad de España para convertirse en un país exportador. Desde el año 2012, el sector español exterior, viene registrando superávits. Un éxito que demostró su fortaleza el año pasado, cuando el saldo por cuenta corriente sobrevivió a la crisis energética, que provocó un acusado deterioro de la balanza comercial (de bienes) por las importaciones de petróleo y gas. 

Este empeoramiento se vio compensado por la mejora del superávit por el turismo, que ha vuelto a tener un gran impulso en 2022. Ni la incertidumbre, ni la pérdida de confianza, ni la inflación ha frenado el turismo.

Por último, también la ampliación del superávit de los servicios no turísticos (empresariales, transporte, telecomunicaciones e informática) están colaborando de una forma muy importante en el superávit de la balanza por cuenta corriente (bienes y servicios).

Podemos concluir que los efectos de la invasión de Ucrania sobre la economía española, presenta luces y sombras. Desde el inicio del conflicto se dijo que España, sería uno de los países que mejor resistiría la guerra, como así ha sido, pero eso no ha significado que la economía se haya mantenido al margen de la crisis derivada del conflicto. 

Sobre el autor:

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja es profesor Titular del Departamento de Economía de la Universidad de La Coruña (UDC).

… saber más sobre el autor