El escabeche es una especialidad española por los cuatro costados, que da excelentes resultados con cientos de ingredientes… verduras, aves, pescados. De todas las opciones que hay, el escabeche de sardinas es uno de los más resultones, más económicos y que mejor sientan a la hora del aperitivo en estos días de verano. Hacer en casa un buen escabeche es muy sencillo, ¿te animas?
Aunque hayas comprado las sardinas ya bien limpias, no está de más darles un repaso, lavarlas y ponerlas en un bol con agua y fresca y hielo durante 10 o 15 minutos. Pasado este tiempo, escúrrelas y sécalas ligeramente con la ayuda de un papel absorbente.
Enharina ligeramente las sardinas, dándoles unos golpecitos para retirar el exceso.
Acerca una sartén al fuego con el aceite de oliva y cuando esté bien caliente, ve añadiendo las sardinas por tandas, para freírlas bien, pero sin llenar mucho la sartén y que así no baje la temperatura. A media que vayan estando bien doraditas por todos los lados, sácalas a un plato aparte con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Retira con una espumadera si ha quedado alguna impureza. Y en ese mismo aceite, añade los ajos pelados pero enteros,las hojas de laurel y la pimienta en grano. Cocina a fuego medio hasta que los ajos comiencen a tostarse.
En ese momento, añade el vino blanco y el pimentón.
Cuando rompa a hervir, añade el vinagre y un poco de sal. Baja el fuego y deja que siga cocinándose durante 5 o 7 minutos más.
Pasado ese tiempo, retira del fuego y añade ese escabeche sobre las sardinas, que habrás colocado en una fuente. Pon un par de trocitos de la cáscara del limón. Deja que se enfríe y guárdalo bien tapado en la nevera, donde deberá pasar como mínimo 24 horas antes de consumir, para que las sardinas cojan bien el sabor… aunque quien dice un buen escabeche no puede ser un buen escabeche si no reposa al menos 48 horas.
