La Región de Murcia es una de las seis comunidades uniprovinciales de España, su superficie es de 11.300 kilómetros cuadrados y su población algo más de 1,5 millones de habitantes, sin embargo la riqueza en parajes de interior y playas de sus dos mares es tan espectacular como su gastronomía que disfruta de hasta ocho productos con Denominación de Origen Protegida
Con el buen tiempo, llegan las ganas de hacer planes y descubrir nuevos lugares, y la Región de Murcia es perfecta para una escapada, por eso proponemos un viaje de tres días en los que conocer algunas de las principales joyas y su gastronomía de esta comunidad en tan solo tres días.
Conocer los sitios más emblemáticos de la Región y todos los rincones que aguardan en su interior es la respuesta a la pregunta ‘¿Qué ver en la Región de Murcia en 3 días?’, por eso proponemos un plan para cada día de la escapada a la Región de Murcia.
Día 1. Lorca y Águilas
Al sureste de la Región de Murcia se encuentra la ciudad monumental de Lorca que cuenta con una gran diversidad de paisajes para visitar, desde Tierras Altas al norte, el valle del Guadalentín y el Parque Regional de Calnegre.
Como se ha dicho, se trata de una ciudad monumental, pero de entre todos sus monumentos el Castillo de Lorca es el más insigne. En el año 2003 se transformó en un gran espacio temático dedicado a la Edad Media conocido como la Fortaleza del Sol. Hoy en día también alberga las instalaciones del Parador Nacional de Turismo.
En la Fortaleza del Sol siempre son visitables, acompañados por un guía, los restos arqueológicos de la judería y la Sinagoga del siglo XV y la Torre Alfonsina del siglo XIII. Se pueden realizar visitas diurnas, vespertinas y nocturnas, según la temporada del año en la que se realicen.
Torre Alfonsina de Lorca. Foto Región de Murcia
El centro de la ciudad fue declarado en 1964 conjunto Histórico-Artístico por la cantidad y calidad de su patrimonio, ya sean edificios civiles o religiosos. La Plaza de España aglutina gran parte de ellos, como la antigua Colegiata de San Patricio y el Ayuntamiento; en la aneja Plaza del Caño se localizan la antigua Casa del Corregidor y el Pósito. Aunque toda la ciudad está jalonada por edificios renacentistas y barrocos, palacios, iglesias y conventos que en muchos casos albergan museos en su interior.
Pero Lorca es tambén gastronomía. Aquí el paso de las estaciones se nota no solo en el tiempo, sino también en las recetas que han pasado de generación en generación, que ha sabido mantener la tradición y adaptarse a las nuevas experiencias culinarias. Algunas de sus recetas y platos más conocidos son estos: jallullo, chochos y crespillos.
El jallullo nace de la tradicional matanza del cerdo que tiene como resultado este plato de morcillas y longanizas cocinadas con harina, aceite y sal, acompañado de un puré con tropezones (carne también de la matanza).
Jallullo
Los chochos son dulce típico de Lorca y consiste en una avellana pelada recubierta con glaseado de azúcar. Puede encontrarse den color blanco y azul, en honor a sus dos hermandades.
Los crespillos son unas galletas saladas con pimentón que pueden encontrarse en todas las panaderías y que antiguamente se cocinaban en un horno de leña para aprovechar la masa del pan.
Tras visitar Lorca el viajero recalará en Águilas donde el primer asentamiento humano en Águilas nació en el siglo II a.C. Muchos son los encantos que la historia de Águilas ofrece a sus visitantes, pero sin duda uno de los principales es precisamente ese Castillo de San Juan de las Águilas que si bien se levantó como hoy lo conocemos en el siglo XVIII ya era un enclave militar hace 20 siglos hasta que fue abandonado tras la expulsión de los árabes y reconstruido por Carlos I para vigilar la franja del litoral comprendida entre Vera y Mazarrón amenazada por los turcos.
Castillo de San Jan de las Águilas. Foto: Murcia Turística
Muy interesante es también la historia de la pequeña Isla del Fraile, habitada desde época romana y que aún guarda restos de aquel periodo junto a ruinas de principios del siglo XX. Fue esta isla un importante centro de producción del por entonces apreciadisimo garum, una salsa de pescado de sabor intenso y muy salado preparada con vísceras fermentadas de pescado muy extendida en la gastronomía romana que los habitantes de la Antigua Roma utilizaban para condimentar y acompañar gran cantidad de comidas y que también se utilizaba con fines médicos y cosméticos.
La creación del Embarcadero de Mineral El Hornillo se debió a la iniciativa del ingeniero de minas y ferrocarriles de origen británico Gustavo Gillman que trabajó en nuestro país para la Great Southern of Spain Railway Company Limited. Su objetivo era potenciar la línea férrea de Águilas-Lorca-Baza con la explotación de las minas de la Sierra de Bacares y se inauguró el 18 de agosto de 1903 si bien ni entró en funcionamiento hasta 1904. Desde entonces y hasta su cierre se dedicó a la carga de hierro.
Pero una visita cultural a Águilas no estaría completa si no se conociese su ancestral y variada cocina, repleta de contraste de sabores y basada en los productos del mar y de la huerta. Los platos que se sirven en los restaurantes de la ciudad suelen estar muy condimentados y muchos tienen influencia de la cocina árabe, especialmente los postres.
Los productos estrella de la cocina de Águila son sin duda el salmonete, el tomate, la alcaparra y la justamente famosa gamba roja de Águilas. Pero esto no eclipsa la merecida fama de los embutidos típicos de la zona como la morcilla de cebolla, la salchicha o la longaniza.
Gamba roja de Águilas
Con todo ello, la cocina de Águilas, popular y con personalidad, nos ofrece deliciosos platos para disfrutar comiendo como el Caldo de Pescado, los Escabeches, el Ajo Colorao, la Ensalada de Pulpo, el Arroz a Banda, la Ensaladica Cocida...
Día 2. Murcia
La ciudad de Murcia, fundada en el año 831, es una de las más emblemáticas de la Región de Murcia. Además, fue un enclave esencial en el pasado, prueba de ello es la gran cantidad de estilos, culturas y arte que hemos heredado.
Desde la Plaza del Cardenal Belluga podrás contemplar uno de los monumentos que no te puedes perder: la Catedral de Murcia, pieza clave del barroco español, pero que a su vez entremezcla estilos góticos, renacimientos y neoclásicos, uno de los edificios más destacados de la ciudad y de la Región.
Catedral de Santa María en Murcia
Pasea por el casco antiguo de Murcia y recorre sus calles icónicas: Trapería, Platería y Jabonerías. Y no olvides visitar el Real Casino de Murcia, la Plaza Santo Domingo y la Plaza Julián Romea, donde se encuentra el teatro más famoso de Murcia.
Una de las características principales de la gastronomía española es el tapeo: ir de bar en bar probando los aperitivos estrella de cada establecimiento. Por eso es cada vez más ciudades cuentan con su propia 'ruta de la tapa', donde recogen los platos más típicos del lugar. La ciudad de Murcia no iba a ser menos, y en la mayoría de sus bares podremos encontrar desde las famosas marineras al tradicional pisto murciano.
Estas son algunas de las tapas que tienes que porbar sí o sí cuando visites la geografía murciana:
La marinera es un tipo de ensaladilla rusa que se sirve sobre una rosquilla crujiente y alargada, y encima lleva una anchoa en salmuera, o un boquerón, en cuyo caso pasa a llamarse "marinero".
Marinera murciana
La anchoa en salmuera y el boquerón en vinagre se unen para dar lugar al matrimonio, una tapa que "concentra el sabor del mar en un solo bocado". Lo encontrarás en cualquier terraza murciana.
Con respecto a los salazones, hay muchas formas de degustar este producto, por ejemplo las almendras fritas suelen acompañar la hueva y la mojama, las sardinas de bota con migas o pipirrana, o el bonito con habas crudas o tomate.
Por último, la huerta de Europa es la protagonista del pisto murciano este plato, cuyo origen se remonta a la presencia musulmana en la península. Se hace a base de frito de cebolla, pimientos y berenjenas con tomate. Se puede servir solo o revuelto con huevos. El pan tampoco debe faltar.
Día 3. Cartagena y La Manga
Cartagena es una ciudad portuaria con más de 2.500 años de historia. Allí la historia sale a nuestro encuentro en cada esquina y cada esquina nos transmite el olor y el sabor de la fascinante gastronomía del Campo de Cartagena.
La primera y más obligada parada en la Ruta Romana de Cartagena es la de su Teatro Romano cuyo descubrimiento constituye uno de los acontecimientos más importantes en la arqueología de la ciudad. Se trató de un hecho fortuito ya que no había ni referencias escritas ni datos arqueológicos, que pudieran evidenciar su existencia. Los diversos elementos hallados y las inscripciones conmemorativas permiten datar el inicio de su construcción a finales del siglo I a.C., coincidiendo con la época de mayor apogeo urbanístico de la colonia. En cuanto al estilo, el conjunto de elementos arquitectónicos es el propio de la arquitectura oficial en época del emperador Augusto.
Teatro romano de Cartagena
Nuestra siguiente parada es la Muralla Púnica, testigo milenario de uno de los episodios más importantes de la historia del Mediterráneo, las Guerras Púnicas entre cartagineses y romanos.
El Museo Foro Romano se erige como la entrada a uno de los mayores parques arqueológicos urbanos de España. A través de sus salas, donde se expone una cuidada selección de piezas, podremos conocer la larga historia del cerro del Molinete desde la actualidad hasta la antigua Carthago Nova.
Por último, la Casa de la Fortuna nos traslada al ambiente doméstico de la Cartagena romana del siglo I. Recorrermos las diferentes estancias que formaban la vivienda: el comedor donde la familia celebraba los banquetes, la sala de representación en la que el señor de la casa recibía a sus clientes o los dormitorios como parte privada de la casa.
Una vez cumplida la visita cultural a la historia romana de Cartagena, deberemos hacer lo propio con su cultura gastronómica para reponer fuerzas porque la gastronomía es uno de sus tesoros más preciados del Campo de Cartagena que abarca Cartagena, La Unión, Fuente Álamo y Torre Pacheco, una zona rica en productos huertanos y cuyos platos están para chuparse los dedos.
Grave pecado sería dejar Cartagena sin haber probado sus migas. No hay plato más tradicional, de origen más humilde y al mismo tiempo, más delicioso y de moda. El origen está en la forma en que los pastores aprovechaban las migas de pan duro.
Los michirones constituyen una de las recetas de legumbres más populares de la gastronomía murciana, un plato de cuchara delicioso. Ni garbanzos ni alubias, la base de este plato es otra legumbre, las habas secas son el secreto de esta elaboración.
Michirones
También es necesario probar el guiso de pava con pelotas. Hoy puede parecer un plato sencillo, perfecto para cualquier día de la semana, pero antiguamenteera un plato de celebración, un plato de domingo e incluso uno de esos platos que se preparaban en Navidad, cuando toda la familia se reunía en torno a la mesa y se preparaba algo especial. Un plato tradicional que pasa de generación en generación y está hecho de recuerdos familiares.
Después de pasar la mañana en Cartagena, finaliza tu escapada visitando La Manga, un curioso capricho orográfico que se ha constituido como un símbolo de la Región por mediar entre el Mar Mediterráneo y la laguna salada más grande de Europa. No dejes de descubrir todos los rincones que te ofrece este enclave turístico de sol y playa.
También encontrarás pequeñas calas con encanto en Cabo de Palos y el Parque Regional de Calblanque, un auténtico paraíso natural donde confluyen pinares, matorrales, ramblas, arenales y dunas, además de calas y acantilados.
Y una última recomendación, una vez allí no se puede dejar de probar el Caldero murciano. Arroz al caldero, caldero de arroz, arroz caldero o, sencillamente, caldero, como dicen en Murcia. El orden de los factores no altera la exquisitez de este plato, probablemente el arroz murciano más emblemático.
Arroz al caldero
La gastronomía española está llena de recetas humildes, de esas que preparaban los pastores cuando estaban el campo con el ganado, los pescadores en la mar o los agricultores, y que hoy ocupan el lugar que les corresponde en el panorama gastronómico. Son joyas de la tradición culinaria. Este caldero es un buen ejemplo de esa comida que preparaban los pescadores con las capturas que tenían menos salida en el mercado, y que el tiempo ha convertido en uno de los mayores reclamos de la cocina de la Región de Murcia.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.