La leche frita tradicional forma parte de los recetarios de nuestras madres y abuelas desde que el tiempo es tiempo. Su sencillez, lo cotidiano de sus ingredientes y, sobre todo, su delicioso y delicado sabor a leche, limón y canela potenciado por la voluptuosa fritura la convierten en un dulce popular y adecuado para cualquier momento en el que apetezca un capricho goloso
Aunque la leche frita es un postre tan tradicional y extendido en España que cualquier día es bueno, no falta, especialmente, en la celebración del Carnaval
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- Canela en rama, 1 palo
- Media naranja
- 200 gr. de azúcar
- 70 gr. de maicena o almidón de maíz
- 2 huevos, para rebozar
- Harina, una taza, para rebozar
Cómo elaborar la leche frita
Para hacer la leche frita, lo primero que haremos es sacar la ralladura de media naranja. Es importante tomar solo la parte naranja, que es donde se concentran los aromas y los aceites esenciales y no la parte blanca, que resulta amarga.
Pon un poco de leche en un vaso, como medio vaso o un poco menos. Y reserva.
El resto de la leche, ponlo en un cazo junto con el palo de canela y la ralladura de naranja. Lleva a ebullición y, cuando rompa a hervir, añade el azúcar y mueve hasta que se disuelva.
En la leche reservada en el vaso, incorpora la maicena y mueve para que se disuelva. Después, añade la mezcla al cazo.
Comienza a remover con la ayuda de una espátula, incidiendo bien en el fondo, para que no se pegue. Cuando la leche vuelve a hervir, baja el fuego un poco.
Deja que vaya cociendo despacito durante cuatro o cinco minutos, hasta que veas que comienza a espesar ligeramente.
En ese momento, retira la leche del fuego y viértela sobre una fuente, de tal forma que tenga un grosor como de dos centímetros. Déjala enfriar.
Cuando la masa esté fría, tienes que darle forma y cortarla en cuadrados o rectángulos de un dedo de grosor o un poco más.
Acerca una sartén al fuego con abundante aceite oliva. También puedes usar aceite de girasol si quieres un sabor más neutro y suave.
Mientras se calienta el aceite, ve rebozando tus cuadrados de leche, primero en harina y luego en huevo batido.
Fríelos en el aceite, cundo esté bien caliente. Ten cuidado de no echar muchos trozos a la vez, para que no baje la temperatura del aceite.
A medida que los trozos de leche frita vayan estando doraditos por todos los lados, ve sacándolos a un plato aparte con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Sirve la leche frita fría o un poco tibia. La puedes servir así, o con un poco de azúcar normal o azúcar glas.