Región de Murcia

Tres dulces de sartén típicos de la Región de Murcia

Beatriz Torija

Viernes 29 de julio de 2022

7 minutos

Estas elaboraciones son muy populares en España desde la Edad Media

Receta de borrachuelos. Foto: Murcia turística
Beatriz Torija

Viernes 29 de julio de 2022

7 minutos

En gastronomía se conoce como dulces de sartén a las elaboraciones de fritura en la que los alimentos son fritos en sartén pero de una forma ligera. Se suelen realizar a partir de estructuras livianas como las masas y es un concepto es muy empleado desde la Edad Media en la repostería española. La Región de Murcia no iba a ser una excepción y por eso traemos aquí tres de sus recetas de dulces de sartén más populares y deliciosas.

Borrachuelos

Los borrachuelos son unos bocados dulces muy populares en muchos lugares de España, especialmente en la mitad sur. Se preparar en diferentes zonas manchegas de Albacete y Ciudad Real, también en algunos lugares de Andalucía, especialmente en Jaén, Córdoba o Granada… y también, por supusto, en la Región de Murcia.

Los borrachuelos son uno de esos llamados dulces de sartén, como los pestiños o las flores manchegas, entre otros.

Son dulces que nos trajeron los árabes y que se extendieron por la España andalusí. Masas fritas, aromatizadas con especias, con anís y con miel. Bocados golosos donde los haya.

Ingredientes:

  • Harina, 500 gr.
  • 125l gr. de aceite tostado
  • 50 ml. de vino blanco
  • 50 ml. anís dulce
  • 1 naranja
  • 1 limón
  • Anís en grano, una cucharilla
  • Azúcar, 60 gr.
  • Medio sobre de levadura
  • Aceite de oliva, para freír

Para el relleno:

  • Cabello de ángel, una lata
Receta de borrachuelos. Foto: Bigstock

Elaboración:

En primer lugar, vamos a sacar la cáscara de naranja en tiras. Lo hacemos con la ayuda de un pelador de verduras o, con mucho cuidado, un cuchillo puntilla. Cogemos solo la parte naranja, que es donde está su aroma cítrico y nada de parte blanca, que resulta amarga.

Por otro lado, sacamos la ralladura de la cáscara de limón. Y lo mismo: solo la parte amarilla, donde están los aceites esenciales y nada de la parte blanca de la cáscara. Reservamos por separado.

Acercamos una sartén al fuego amplia y añadimos el aceite junto con la cáscara de naranja. Dejamos que se caliente hasta que las cáscaras comiencen a borbotear, a freírse. En ese momento, apagamos el fuego, apartamos y dejamos enfriar.

Cuando el aceite ya no esté caliente, tan solo un poco tibio, añadimos el vino blanco y el licor de anís. Añadimos también la ralladura de limón.

Machamos en el mortero ligeramente las semillas de anís y lo añadimos al bol con el resto de ingredientes.

Exprimimos la naranja de la que ya habíamos sacado la cáscara y añadimos el zumo al resto de ingredientes. Removemos para mezclar todo bien.

Comenzamos a incorporar la harina poco a poco, la vamos a añadiendo poco a poco a medida que la vaya admitiendo. Añadimos también la levadura. Así hasta formar la masa. La dejamos reposar media hora.

Calentamos el aceite para freír en una sartén.

Para formar los borrachuelos, cogemos un trozo de masa, hacemos una bolita y la estiramos con un rodillo. Cuando la masa ya esté finita, la cortamos en forma de rombo.

Colocamos una cucharilla de cabello de ángel en el centro de cada rombo y lo cerramos sobre sí mismo. Cerramos ligeramente, apretando un poco los bordes.

Cuando el aceite esté caliente, freímos los borrachuelos por tandas, hasta que estén bien hechos y doraditos.

A medida que vayan estando hechos, los sacamos a un plato con papel absorbente.

Cuando ya estén todos hechos, aún calientes, los pasamos por azúcar.

 Torrijas murcianas

En Semana Santa, las torrijas son el postre que no faltan en ningún hogar de la Región de Murcia, así como en la mayor parte de España. Pura tradición. Y pese a que cada vez se venden más en las confiterías, sigue siendo un postre casero, pese a que de ser un dulce humilde, se está convirtiendo en un lujo, por el encarecimiento de la harina, del pan y del aceite.

Las torrijas, en efecto, así como otros bocados dulces de la región, como los buñuelos, los churros o el pan para tortas, requieren de abundante aceite de oliva para la fritura.

Sencillas rebanadas de pan empapadas en leche, rebozadas y que qudarán tostadas por fuera y muy jugosas por dentro. A partir de ahí, se puede innovar: sirviéndolas con miel, con un almibar ligero o con más leche, bien aromatizada con limón y canela.

 

Ingredientes:

  • Pan duro
  • Leche entera
  • Huevos
  • Ramita de Canela
  • Corteza de limón
  • Azúcar
Receta de torrijas murcianas

Elaboración:

Es imprescindible usar pan duro, nunca tierno, o nos arriesgamos a que no aguante el remojo en leche y se rompa antes de llegar a la sartén. Las medidas de los ingredientes van en función de la cantidad de pan que deseemos hacer.

Lo primero que debemos hacer es aromatizar la leche. Para ello ponemos la leche en un cazo junto con la ramita de canela, partida en varios trozos y la cáscara de limón. Es importante tomar solo lo parte amarilla de la cáscara, que es donde están los aromas círicos del limón y sus aceites esenciales, y desechar la parte blanca, que resulta amarga. Con un pelador de verduras será muy sencillo.

Acercamos el cazo al fuego y, cuando rompa a hervir lo retiramos, añadimos dos cucharadas de azúcar, removemos para que se disuelva y dejamos enfriar completamente. Cuando la leche se haya enfriado por completo, la colamos y ya estará lista.

Partimos el pan en rodajas no demasiado finas y las colocamos en una fuente, bien extendidas. Añadimos la leche. Es importante dejar que el pan se moje bien en la leche, que absorba toda la que necesite.

Cuando el pan ya está bien mojado, las rebanadas se van pasando por huevo batido y se fríen en aceite de oliva abundante, caliente pero no en exceso, pues el proceso de fritura es algo lento y debe evitarse que el huevo se queme.

Las rebanadas, ya fritas, se van dejando en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Una vez frías se rebozan en una mezcla de azúcar y canela.

Leche frita

La leche frita tradicional forma parte de los recetarios de nuestras madres y abuelas desde que el tiempo es tiempo. Su sencillez, lo cotidiano de sus ingredientes y, sobre todo, su delicioso y delicado sabor a leche, limón y canela potenciado por la voluptuosa fritura la convierten en un dulce popular y adecuado para cualquier momento en el que apetezca un capricho goloso

Aunque la leche frita es un postre tan tradicional y extendido en España que cualquier día es bueno, no falta, especialmente, en la celebración del Carnaval.

 

Ingredientes:

  • 1 litro de leche entera
  • Canela en rama, 1 palo
  • Media naranja
  • 200 gr. de azúcar
  • 70 gr. de maicena o almidón de maíz
  • 2 huevos, para rebozar
  • Harina, una taza, para rebozar
El secreto para que la leche frita salga siempre perfecta. Foto: Bigstock

Elaboración:

Para hacer la leche frita, lo primero que haremos es sacar la ralladura de media naranja. Es importante tomar solo la parte naranja, que es donde se concentran los aromas y los aceites esenciales y no la parte blanca, que resulta amarga.

Pon un poco de leche en un vaso, como medio vaso o un poco menos. Y reserva.

El resto de la leche, ponlo en un cazo junto con el palo de canela y la ralladura de naranja. Lleva a ebullición y, cuando rompa a hervir, añade el azúcar y mueve hasta que se disuelva.

En la leche reservada en el vaso, incorpora la maicena y mueve para que se disuelva. Después, añade la mezcla al cazo.

Comienza a remover con la ayuda de una espátula, incidiendo bien en el fondo, para que no se pegue. Cuando la leche vuelve a hervir, baja el fuego un poco.

Deja que vaya cociendo despacito durante cuatro o cinco minutos, hasta que veas que comienza a espesar ligeramente.

En ese momento, retira la leche del fuego y viértela sobre una fuente, de tal forma que tenga un grosor como de dos centímetros. Déjala enfriar.

Cuando la masa esté fría, tienes que darle forma y cortarla en cuadrados o rectángulos de un dedo de grosor o un poco más.

Acerca una sartén al fuego con abundante aceite oliva. También puedes usar aceite de girasol si quieres un sabor más neutro y suave.

Mientras se calienta el aceite, ve rebozando tus cuadrados de leche, primero en harina y luego en huevo batido.

Fríelos en el aceite, cundo esté bien caliente. Ten cuidado de no echar muchos trozos a la vez, para que no baje la temperatura del aceite.

A medida que los trozos de leche frita vayan estando doraditos por todos los lados, ve sacándolos a un plato aparte con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Sirve la leche frita fría o un poco tibia. La puedes servir así, o con un poco de azúcar normal o azúcar glas.

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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