Agus Calvet
Salud
El 70% de las personas mayores padece enfermedades cardiorrespiratorias sin saberlo
Agus Calvet
Lunes 26 de octubre de 2020
ACTUALIZADO : Miércoles 11 de noviembre de 2020 a las 14:53 H
3 minutos
La fisioterapia respiratoria ayuda a combatir las consecuencias de estas patologías
La pandemia relacionada con la COVID-19 está dejando al descubierto patologías cardiorrespiratorias que, hasta ahora, no les dabamos visibilidad. De hecho, incluso, 7 de cada 10 personas mayores podrían padecer algún tipo de enfermedad cardiorrespiratoria y no saberlo creyendo que simplemente son los típicos síntomas de la edad.
Lo cierto es que, con el confinamiento y la reducción de la actividad física de no pocas personas mayores, esas patologías no diagnosticadas han podido agravarse con procesos más intensos de insuficiencia respiratoria, fatiga muscular, asma bronquial y, en definitiva, pérdida de la calidad de vida.
Para poder luchar contra las consecuencias de esta situación se han comenzado a crear programas que tienen como objetivo combinar tanto el ejercicio como una planificación individualizada de sesiones de fisioterapia respiratoria.
Y es que los síntomas relacionados con estas patologías cardiorrespiratorios, bien previas o como resultado de haber padecido la COVID-19, se pueden controlar, aliviar e incluso en algunos casos revertir, trabajando sobre la función pulmonar con ejercicios como la musculación del diafragma y de los músculos pectorales, entre otros. Con este tipo de programas no solo mejora el paciente, sino que, y es muy importante, aumenta la dependencia en cualquier actividad de la vida diaria.
No debemos olvidar que las enfermedades relacionadas con el sistema cardiorrespiratorio, como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) son una de las mayores causas de mortalidad en edades avanzadas. De hecho, en pacientes diagnosticados de EPOC con una edad media de 65-70 años, la mortalidad oscila entre el 30 y el 48% a medio plazo tras el diagnóstico.
Como en cualquier aspecto relacionado con la salud, la prevención sigue siendo el mejor antídoto, por lo que las visitas regulares a nuestro médico o especialista son imprescindibles.