Carencia de vitamina A, un problema para la vista

Las vitaminas juegan un papel vital en nuestro organismo. La mayoría de ellas son nutrientes esenciales que nuestro cuerpo requiere para poder funcionar. Son necesarios en pequeñas cantidades, a diferencias de las proteínas o los hidratos de carbono, que hacen falta en cantidades mucho mayores. Además, un buen número de ellas solo pueden obtenerse gracias a la dieta, ya que nuestro cuerpo no las puede producir.

Nos detenemos en la vitamina A, una vitamina liposoluble que se almacena en el hígado. Esta vitamina es conocida como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina de los ojos y favorece a una buena visión. Además, es necesaria para el desarrollo del sistema inmunitario, la formación y mantenimiento de las células de la piel. También contribuye en el buen estado del corazón, los riñones y otros órganos. Sin olvidarnos de sus propiedades antioxidantes, cruciales para prevenir el envejecimiento.

Alimentos ricos en vitamina A

Hay dos tipos de vitamina A: la vitamina A perforada y la provitamina A. La primera de ellas está presente en los alimentos de origen animal ricos en grasas: los huevos, la carne roja, la leche y las vísceras (hígado y riñón).

Y la provitamina A (o betacaroteno) la encontramos en los alimentos de origen vegetal: las frutas de color naranja y amarillo intenso (naranjas, albaricoques…), así como en el brócoli, la espinaca, la zanahoria y otras muchas verduras y hortalizas de hoja verde.

La cantidad diaria recomendada para adultos es de 800 µg (microgramos) para mujeres y 1.000 µg para hombres. En las personas mayores, es bastante común que aparezcan carencias de vitamina A.

Su déficit eleva el riesgo de ceguera

Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE), publicada por el Ministerio de Sanidad, hay un déficit de esta vitamina en la dieta de los españoles. Según esta encuesta, la ingesta media observada de vitamina A es de 750 µg ER/día en hombres y algo menor, entre 650 µg ER/día y 740 µg ER/día, en mujeres, con lo que las ingestas medias suponen sobre el 70% en hombres y alrededor del 90% en mujeres.

El mantenimiento de niveles deficitarios de vitamina A comporta consecuencias negativas para la salud. La más importante es la xeroftalmia, es decir, la incapacidad de ver correctamente en entornos con poca luz, lo que puede desembocar en ceguera permanente.

Además, se está investigando la labor de esta vitamina en la degeneración macular relacionada con la edad, que es una de las causas más comunes de pérdida de visión en las personas mayores.