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¿Podría ser útil la Estimulación Cerebral Profunda para frenar el avance del Alzhéimer?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Lunes 6 de enero de 2020

4 minutos

Estudios apuntan a que este tratamiento podría dar buenos resultados contra el Alzhéimer

Estimulación Cerebral Profunda
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Lunes 6 de enero de 2020

4 minutos

Se trata de las primeras investigaciones, aún en fase de ensayo clínico, pero distintos estudios indican que este tipo de tratamientos, basados en la neuroestimulación, podrían tener aplicación en terapias concretas cuyo objetivo fuese frenar o ralentizar el deterioro cognitivo asociado a la enfermedad de Alzheimer.

¿Qué es la Estimulación Cerebral Profunda?

La Estimulación Cerebral Profunda (EPC), también conocida por sus siglas en ingles como DBS (Deep Brain Stimulation), es un tratamiento quirúrgico que parte de una cirugía previa. Como explica la Federación Española de Parkinson (@ParkinsonFEP), consiste en implantar, en un área concreta del cerebro, una serie de electrodos que van a permitir llevar a cabo la estimulación eléctrica. Esos electrodos van conectados a un neuroestimulador que se coloca en el tórax como si fuese un marcapasos.

El objetivo del procedimiento es mejorar algunos de los síntomas del parkinson que afectan al movimiento y a la capacidad motora como pueden ser, por ejemplo, los temblores, los movimientos involuntarios (discinesias) o la excesiva rigidez en las extremidades. Se considera recurrir a él en aquellos casos en los que el tratamiento farmacológico ha ido perdiendo su efectividad o la medicación presenta efectos adversos. Está indicado para personas menores de 70 años.

Además, el Centro de Diagnóstico e Intervención Neurocognitiva de Barcelona (@CDINC_) señala que estos tratamientos también se están aplicando para hacer frente a otras dolencias, tanto físicas como psíquicas, desde el dolor crónico, hasta la epilepsia o el trastorno obsesivo compulsivo.

Estimulación Cerebral Profunda y Alzheimer

En los últimos años, dos importantes avances se han producido en las investigaciones sobre la Estimulación Cerebral Porfunda y sus posibilidades a la hora de tratar otras enfermedades, logrando además tratamientos menos invasivos.

Expertos del Instituto Tecnológico de Massachussets, en Estados Unidos (@MIT), han logrado recientemente hacer llegar al cerebro la estimulación eléctrica colocando los electrodos en el cuero cabelludo, evitando así la cirugía previa, imprescindible hasta ahora, y sus posibles complicaciones.

Un reciente estudio también señala que, igual que la Estimulación Cerebral Profunda, centrada en las áreas del cerebro que se encargan del movimiento, consigue mejoras en la capacidad motora; esa misma estimulación aplicada en otras zonas, en las que radican la memoria o el lenguaje, podría ser muy eficaz.

Un primer ensayo ha arrojado resultados esperanzadores al indicar que algunas de las personas con la enfermedad de Alzheimer que participaron en él, y recibieron tratamiento de ECP, presentaban un menor deterioro cognitivo (fundamentalmente de la memoria), comparado con el que sufrieron otras que no lo recibieron. Se trata solo de un primer ensayo, pero que podría dar paso a nuevas y efectivas terapias.

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Mariola Báez

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