La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que se caracteriza por la aparición recurrente de episodios, denominados crisis epilépticas. Las crisis se pueden manifestar de diferentes formas, siendo las convulsiones generalizadas una de las más comunes y reconocibles. Es muy importante conocer los síntomas y saber cómo actuar ante una crisis, ya que intervenir rápidamente puede marcar la diferencia en la seguridad de la persona afectada.
Las crisis convulsivas se inician de manera repentina, a menudo con una caída al suelo y la pérdida de la conciencia. En estas crisis es común que la persona emita un grito inicial de manera involuntaria. Posterior a eso, se presenta una fase de rigidez muscular que suele durar entre, seguida por una etapa de movimientos convulsivos violentos, con una duración total entre 1 y 3 minutos.
Durante ese tiempo, es posible ver respiración ruidosa, aumento de la salivación, y, en algunos casos, mordeduras de lengua o el interior de la boca. Finalizada la crisis convulsiva, la persona suele entrar en un estado de somnolencia, confusión o desorientación que llamamos "estado postcrítico". Esta fase puede durar entre 10 y 30 minutos.
Consejos del equipo de primeros auxilios de Quirónprevención sobre cómo actuar ante una crisis de epilepsia
Ante una crisis epiléptica es muy importante mantener la calma y seguir algunos pasos para garantizar la seguridad de la persona afectada. En primer lugar, se debe permanecer a su lado, sin restringir sus movimientos, evitando sujetarla, ya que esto puede causar lesiones musculares o fracturas. Es importante apartar cualquier tipo de objeto que pueda representar un peligro y colocar un cojín o ropa doblada bajo su cabeza para amortiguar un posible golpe. A continuación, se debe colocar a la persona de lado, en “posición de seguridad” para prevenir la obstrucción de las vías respiratorias.
Nunca se debe forzar la apertura de la mandíbula ni insertar nada en la boca, pues podríamos causar lesiones en los labios, los dientes o la articulación temporomandibular. Además, forzar la apertura de la boca no facilita la respiración ni evita la mordedura de lengua, ya que ésta suele ocurrir al inicio de la crisis. Luego de finalizada la crisis, es importante comprobar los signos vitales y evaluar si hay lesiones provocadas por la caída. Siempre es recomendable remitir a la persona a un centro sanitario para una evaluación completa posterior a la crisis.
El doctor Antonio Gil-Nagel Rein, Director de la Unidad de Epilepsia del Hospital Ruber Internacional, nos responde algunas interrogantes sobre los tipos de epilepsia, los consejos para reducir los riesgos, y detalles sobre la epilepsia en personas mayores.
¿Existen diferentes tipos de crisis de epilepsia?
Existen numerosos tipos de crisis epilépticas, cada una relacionada con la función de la región cerebral donde se produce el ataque y ésta es siempre transitoria. Por ejemplo, en las zonas del lenguaje, las crisis epilépticas producen afasia, es decir pérdida de la capacidad de hablar y comprender.
Si afecta regiones motoras, da lugar a movimientos anormales, como rigidez, sacudidas intermitentes que llamamos “clonías”, que cuando afectan las extremidades inferiores provocan caídas violentas.
En la corteza cerebral visual, da lugar a pérdida de visión, distorsión de la visión, visión de luces que pueden ser de colores, movimientos oculares involuntarios o parpadeo intermitente. En el sistema líbico aparecen emociones generalmente desagradables, muchas veces asociadas con síntomas autonómicos: palpitaciones, molestia abdominal, visión borrosa, piloerección, etc
Estas son sólo algunas de las muchas crisis epilépticas diferentes que pueden ocurrir. Algunas crisis son especialmente conocidas y comunes. Por ejemplo, las ausencias, que son episodios breves en los que la persona pierde la atención y la capacidad de reacción suele quedar con la mirada fija sin respuesta. También son comunes las crisis focales con alteración de conciencia, que antes se llamaban parciales complejas. Durante estas se pierde la memoria, se produce una conducta que puede ser automática sin sentido, repitiendo alguna acción común como puede ser tocarse la boca o hacer movimientos de masticación.
¿Cuáles son la crisis de epilepsia más frecuentes en personas mayores?
En las personas mayores son frecuentes las crisis epilépticas sutiles, que no dan lugar actividad tónico-clónica generalizada, como episodios de desconexión, movimientos automáticos de manos o la boca (como de masticación), con cambios de humor, amnesia transitoria o detención del habla. Por este motivo muchas veces pasan desapercibidas e incluso a menudo son confundidas con deterioro cognitivo, dificultades emocionales o trastornos del sueño.
¿Qué síntomas pueden ser señales de alerta de que estamos frente a una crisis epiléptica en una persona mayor?
Los cambios de actitud inesperados e inexplicables, como por ejemplo desconectar, no estar atento al entorno, realizar movimientos anómalos sin motivo. También los episodios en los que el paciente despierta por la noche confuso, agitado o desubicado. Otras veces consisten en una frase incoherente que después no recuerda, o se detiene el habla o su actividad sin explicación aparente. Estos episodios pueden ser las primeras manifestaciones de crisis epilépticas y deben ser motivo para estudio neurológico.
Estos episodios pueden ser relacionados con crisis epilépticas o tener otra explicación, de ahí lo importante que al principio estos pacientes sean examinados por neurólogos con conocimiento amplio de las manifestaciones clínicas de las diferentes enfermedades neurológicas.
¿Cuáles son los consejos para reducir el riesgo de ataques epilépticos?
Para reducir el riesgo de ataques epilépticos, hay que mantener la salud cerebral lo mejor posible. Para ello, es importante controlar los factores de riesgo vascular, hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, etc. También es importante un sueño regular, tener una dieta equilibrada, no fumar, y evitar el consumo de alcohol excesivo. Además, mantener la mente activa, resolver conflictos y hacer ejercicio, por lo menos tres días por semana.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.