España se encuentra inmersa en la primera ola de calor del verano, con temperaturas que superarán los 40 grados en buena parte del país. Cuando el termómetro empieza a subir, los golpes de calor son frecuentes y estos pueden ser muy graves, especialmente en personas mayores y niños pequeños, que son los grupos de mayor riesgo. Por eso, resulta fundamental conocer los síntomas para reaccionar a tiempo.
Los principales síntomas que notarás serán los siguientes:
En caso de sufrir un golpe de calor, hay que colocar al enfermo en un lugar con sombra, quitarle ropa para airearle y ponerle paños de agua fría en axilas, frente y pecho. Si está consciente, rehidratarlo con agua o bebidas isotónicas, elevando levemente la cabeza. Una vez se encuentre mejor, debe acudir a un centro de salud o al hospital para una valoración.
Si la persona está inconsciente, llame al 112. No le dé bebidas porque podría sufrir un ahogamiento. Hay que colocarlo en posición de seguridad (acostado de lado y con piernas flexionadas) y poner paños de agua fría en frente, axilas y pecho, aconsejan desde Semergen.
Evita las quemaduras
Especialmente en las partes de tu cuerpo que más expuestas están al sol, como la cabeza o la cara, es importante que extremes las preocupaciones y evites quemarte con el sol. Las quemaduras propician una subida de la temperatura corporal media, maximizando el riesgo de sufrir las consecuencias de una temperatura corporal demasiado elevada. Lo normal es aplicar la crema de protección solar cada dos horas, pero en los casos en los que notemos una sudoración excesiva, conviene aumentar la frecuencia.
Utiliza ropa holgada y ligera
No utilices prendas de colores oscuros y excesivamente pesadas. Intenta vestirte con ropa clara, ligera y, en los casos en los que vas a realizar deporte, técnica.
Evita las horas centrales del día
Si no es imprescindible, trata de no realizar ningún tipo de actividad durante las horas centrales del día. Especialmente cuando la radiación solar es mayor, debemos tratar de no estar en la calle y ponernos en riesgo. En caso de no tener otro remedio, lleva siempre contigo una botella de agua que te permita refrescarte de manera habitual.
El ejercicio, por la noche o a primera hora de la mañana
Si te gusta salir a correr o realizas cualquier tipo de deporte al aire libre, trata de adaptarte a los horarios de verano. Evita realizarlo antes de que el sol comience a desaparecer y procura realizar tus entrenamientos a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando la radiación es muy inferior.