Las amistades enriquecen nuestra vida. Y ahora también nuestra salud. Por tanto, no está de más aprender a mantener a los amigos a nuestro lado. Además, debemos esforzarnos por conocer a nuevas personas que, con el tiempo no solo se volverán inseparables y nos ayudarán en los malos y buenos momentos, sino que nos traerán beneficios de lo más saludables.
No hablamos de tener decenas de amigos o conocidos para estar como una rosa, sino que los que tengamos, aunque sea un par, sean de calidad y verdaderos. De esta manera, nuestro cuerpo y nuestra mente nos lo agradecerá:
El paso de los años, las obligaciones de cada uno, el trasladarte a otra localidad... Son situaciones que hacen que muchas veces nos dejemos amigos por el camino sin pretenderlo. Por eso, nunca está de más conocer gente nueva, sobre todo para esas personas mayores que se han quedado solas con la marcha de los hijos de casa o el fallecimiento de su pareja.
Asiste a eventos, actividades de voluntariado, talleres o centros de educación donde encontrarás a personas con tus mismas aficiones e inquietudes. No te quedes en casa.
Y si nunca te has parado a hablar con los vecinos que viven justo a tu lado. Ahora es el momento. Piensa en todas las personas que puedes conocer muy cerca de ti.