Cuello y lumbares sufren especialmente cuando la postura corporal no es la adecuada, por lo que, corregirla es importante para tu salud y tu bienestar general. Echar los hombros hacia adelante, curvando la espalda al caminar; andar con las caderas más adelantadas de lo aconsejable, o mantener la cabeza agachada durante mucho tiempo, tal vez mientras leemos o miramos el ordenador, son gestos habituales que, prolongados en el tiempo, se convierten en malas posturas con molestas y, en ocasiones, dolorosas consecuencias.
Si notas que te duele el cuello o que tu espalada presenta pinzamientos o contracturas ligeras, una mala postura corporal puede estar detrás de estas patologías que hacen que te sientas más cansado y dolorido sin saber muy bien por qué.
Hay que tener en cuenta que si las molestias y las consecuencias provocadas por malas posturas corporales son graves (escoliosis, hipersifosis...) puede ser necesario algún tratamiento de reeducación postural como los que ofrece el Instituto Español de Reeducación Corporal Funcional.
En los casos leves, unos sencillos cambios, mientras permaneces sentado o la hora de caminar, unidos a unos ejercicios que te llevarán solo unos minutos, harán maravillas a la hora de conseguir que te mantengas erguido sin esfuerzo y notes que mejora tu estabilidad, tu equilibrio y tu agilidad.
No cuesta nada y ese simple gesto de procurar mantener los hombros siempre ligeramente hacia atrás, contribuirá a que tu espalda no se curve. Permanecer horas encorvado no solo es malo para tu columna vertebral sino que, además, puede incluso llegar a dificultar una correcta respiración.
No se trata de estar constantemente en tensión “metiendo tripa”, pero si te acostumbras a mantener el abdomen con cierta contracción constante, estarás trabajando tu musculatura abdominal sin darte cuenta. Así, toda el área del tronco ganará fuerza y firmeza ayudándote a estar “derecho” sin ningún problema.
Las malas posturas no solo se dan cuando estás sentado. También al andar solemos cometer el error de adelantar demasiado las caderas al dar cada paso. Cuando camines, procura mantener la cabeza erguida y tus caderas en la misma línea vertical que marcan tus hombros.
Si tras el descanso nocturno te levantas con molestias musculares, algo no va bien. Elige un colchón y una almohada que se adapten perfectamente a tus necesidades. Cuando duermas, comprueba que tu cuerpo mantiene perfectamente la necesaria verticalidad. Tu columna vertebral debe permanecer alineada, recta desde el cuello hasta el coxis.
Si tienes molestias derivadas de una mala postura corporal, prueba a poner en practica estos consejos y, además, practica estos tres sencillos ejercicios:
Una buena postura corporal puede hacer mucho por tu salud y tu bienestar.