En la alimentación, como en la vida, muchas veces, lo más sencillo es lo más efectivo. Con el auge de las dietas veganas estamos viviendo una vuelta a los alimentos frescos, tratando de eliminar de nuestra dieta los azúcares y procesados, pero la dieta paleolítica va un paso más allá. Te explicamos en qué consiste y qué beneficios podría tener para la salud.
La dieta paleo, paleolítica, paleodieta o dieta del hombre de las cavernas nos lleva a la Edad de Piedra. Trata de dar prioridad a las carnes magras y pescados (de origen ecológico), vegetales, frutos secos y semillas, alimentos que eran la base de la alimentación del hombre prehistórico, nómada y que aún no había desarrollado la agricultura. Es una dieta alta en proteínas, en la que los cereales, las legumbres o los lácteos no están permitidos.
Un ejemplo de desayuno paleo puede ser melón con jamón, huevos revueltos o un salteado de verduras y ternera, algo muy alejado de nuestro concepto clásico del desayuno.
Según sus seguidores, la dieta paleo es la dieta más natural, la que nos conecta con nuestros orígenes más remotos, y para la que el ser humano está genéticamente programado. Robb Woolf, uno de sus defensores, argumenta que nuestra dieta actual, basada en harinas, azúcares y grasas transgénicas, es el origen de muchas enfermedades degenerativas como el cáncer, la obesidad o la diabetes, y que la aplicación de la dieta paleo es la manera más saludable de comer, y que puede “ayudarte a mantenerte delgado, fuerte y lleno de energía”.
Las proteínas de las carnes magras (preferentemente ecológicas o de pastoreo, para que los animales no hayan sido alimentados a base de cereales), frutas y verduras frescas y semillas deberían aportar los nutrientes necesarios a nuestra alimentación diaria. Este tipo de dieta también hace hincapié en beber la cantidad de agua suficiente durante el día.
Siempre según con sus defensores, la dieta paleo puede ayudarnos a perder peso o a mantenernos en un peso saludable, e incluso a mejorar nuestra tolerancia a la glucosa y nuestra tensión arterial.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que es una dieta bastante restrictiva. Aumentar el consumo de productos frescos y llevar una vida menos sedentaria son las mejores garantías para un estilo de vida más saludable.