El reflujo gástrico se produce cuando un músculo al final del esófago no se cierra adecuadamente, permitiendo a los ácidos digestivos encargados de realizar la digestión subir hacia el esófago, provocando ardor y dolor, conocidos como acidez.
Las personas que sufren de reflujo deben evitar algunos alimentos como el chocolate, la pimienta o el café, entre muchos otros, ya que estos favorecen la relajación del músculo esfínter esofágico inferior, permitiendo el paso del contenido del estómago al esófago.
Si realmente quieres notar una mejoría y evitar los reflujos, es importante que realices ciertos cambios en tu dieta y los mantengas en el tiempo.
Entre los principales alimentos que debes evitar se encuentran:
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Café: la cafeína aumenta la producción de ácidos en el estómago y por lo tanto estimula la aparición del reflujo.
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Alcohol: evita o reduce su consumo ya que aumentan considerablemente este problema.
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Chocolate: a pesar de ser una sustancia que puede aportar beneficios para nuestro organismo, un consumo excesivo es contraproducente. Su alto contenido de grasas, cafeína y teobromina estimula la producción de ácidos en el estómago.
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Grasas: es recomendable evitar el consumo de productos como mantequillas, mayonesas y similares ya que irritan la mucosa gástrica y afectan el buen funcionamiento del esfínter esofágico inferior.
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Cítricos: estos disminuyen el pH del estómago, lo que estimula el reflujo ácido y la acidez.
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Lácteos: la grasa y calcio que contienen pueden hacer que las digestiones se vuelvan lentas y pesadas. No tomes este tipo de alimentos por la noche si quieres dormir mejor.
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Frito: son bastante indigestos y no favorecen el control del reflujo gástrico.
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Condimentos: evita las especias y los picantes.
Otros consejos contra los reflujos
Además de evitar el consumo de ciertos alimentos podemos llevar a cabo otros hábitos que nos ayudarán a reducir los reflujos.
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Reducir las raciones: es aconsejable comer menos cantidad, aunque más veces al día.
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Comer despacio: el estómago tarda en avisarnos que está lleno, por lo que si comemos despacio lo detectaremos a tiempo llegado ese momento.
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Elevar la cama: incorporar la almohada o la cama para evitar la subida del reflujo.
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Cenar pronto: es aconsejable cenar dos o tres horas antes de irnos a dormir.
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Agua: bebe abundante agua para reducir la acidez.
Si a pesar de cambiar estos hábitos sigues padeciendo de reflujo gástrico y acidez, nuestra recomendación es que acudas al médico ya que es necesario evaluarlo y tratarlo para evitar males mayores en un futuro.