
Félix Bermejo-Pareja: "El riesgo de padecer demencia no ha parado de bajar en los últimos 30 años"
Entrevista al consultor de investigación y experto en alzhéimer

Paradógicamente, pese a que el número de personas con alzhéimer pueda aumentar en el futuro debido al progresivo envejecimiento de la población española, el riesgo de padecer esta enfermedad no ha parado de bajar en las dos últimas décadas en la mayoría de países occidentales ricos.
Y esto responde a que, aunque todavía no exista una cura, es posible minimizar la probabilidad de sufrir esta patología, según explica a 65YMÁS el experto Félix Bermejo-Pareja, consultor de investigación del Instituto I+12 del Hospital 12 de Octubre, profesor emérito del CIBERNED (Instituto Carlos III) y docente honorífico de la Universidad Complutense de Madrid.
El científico, con más 355 artículos profesionales a sus espaldas y una dilatada carrera en el Servicio de Neurología de dicho Hospital, asegura que, en los últimos años, se ha hecho mucho hincapié en los posibles tratamientos que van saliendo, sin haberse conseguido grandes logros, pero se ha dejado relativamente de lado, en su opinión, un hecho fundamental y contrastado científicamente: la demencia se puede evitar o, al menos, retrasar, mediante intervenciones no farmacológicas.
Félix Bermejo-Pareja
"En los últimos 30 años, en los países ricos como Estados Unidos, Canadá y Europa, se ha visto una disminución de la incidencia de demencia", señala Bermejo-Pareja. Y todo ello, argumenta, pese a que el número de personas mayores –más susceptibles de padecerla– no ha parado de aumentar. Eso sí, matiza, esta relación no se observa en países con un nivel más alto de desarrollo del continente asiático.
Hábitos protectores y factores de riesgo
Así y todo, la pregunta clave es: ¿a qué se debe esta tendencia? La respuesta, según el experto, radicaría en factores que trascienden la intervención médica directa y que se sitúan en el ámbito de la prevención, iniciada incluso antes del nacimiento.
Por una parte, sostiene, el nivel educativo emerge como un factor protector esencial. "La disminución de la incidencia aparecía más en personas con educación secundaria y superior", comenta.
Además de la educación, añade, el control de los factores de riesgo vascular a lo largo de la vida habría jugado un papel fundamental. "El riesgo empieza en la edad adulta, fundamentalmente, con la hipertensión arterial, la obesidad y el no hacer ejercicio físico", resume.
Y en ese mismo sentido, detalla, se ha demostrado también que "fumar" guarda relación, tanto con posibles infartos como con el cáncer de pulmón o la demencia.
La reserva cognitiva
Por otro lado, asegura el experto, la socialización y la actividad intelectual, tanto en la etapa adulta como en la vejez, ayuda a retrasar la aparición del alzhéimer.
"El que se aísla, el que no oye bien o el que no ve bien se demencia antes", afirma.
Además, se ha visto que la "reserva cognitiva", construida a través de la educación y la actividad a lo largo de la vida, es esencial y puede llegar incluso a provocar que la enfermedad sea asintomática. Una relación, argumenta Bermejo-Pareja, que ya se descubrió hace años en un estudio que se llevó a cabo con un grupo de monjas católicas en Estados Unidos.

En concreto, se detectó un vínculo entre el nivel educativo y la actividad física y mental y una vejez con mayor autonomía y menor deterioro cognitivo. Y se pudo observar, añade Bermejo-Pareja, que, una vez fallecieron las religiosas, muchas, pese a mantener sus capacidades hasta el final de sus vidas, tenían lesiones compatibles con el alzhéimer. "Esa disociación entre lo que se encuentra en el cerebro cuando se corta y lo que clínicamente se ve se explica por la reserva cognitiva", comenta.
Previsiones para el futuro
Por todo ello, el experto se muestra optimista con el futuro, ya que, asegura, lo más probable es que el riesgo de demencia en las nuevas generaciones siga bajando. La razón: el aumento generalizado del nivel educativo y un mayor control de la salud cardiovascular son claves.
Así, a pesar de desafíos como la obesidad, prevé, "a nivel poblacional, las nuevas generaciones están mucho mejor preparadas, responden mejor en los tests psicométricos y razonablemente llegarán a la vejez con menos demencia que nosotros".
Claves para prevenir el alzhéimer
Ahora bien, es importante que se sigan manteniendo estos hábitos protectores que el experto resume en los siguientes puntos:
- Priorizar la educación a lo largo de toda la vida.
- Controlar los factores de riesgo vascular desde la edad adulta.
- No fumar.
- Mantener una dieta saludable.
- Fomentar la actividad social e intelectual en todas las etapas de la vida.
- Corregir los problemas sensoriales como la audición y la visión.
- Cultivar una red de apoyo social.
- Promover un desarrollo cerebral saludable desde la concepción.
- Mantener la mente activa.
Pero sobre todo, explica, lo esencial es entender que la prevención es un esfuerzo continuo a lo largo de toda la vida.