Fisioterapia

Beneficios de la fisioterapia en la esclerosis múltiple

Teresa Rey

Lunes 8 de abril de 2019

ACTUALIZADO : Lunes 8 de abril de 2019 a las 0:29 H

3 minutos

Mejora la calidad de vida y trata de dotar de más autonomía a los pacientes elevando su autoestima

Beneficios de la fisioterapia en la esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas (Bigstock)
Teresa Rey

Lunes 8 de abril de 2019

3 minutos

La fisioterapia es un instrumento que puede ayudar a los pacientes con esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas (Parkinson, parálisis cerebrales, paraplejia, ataxia, distrofia muscular…), que conlleven problemas de movilidad o que están relacionados con el sistema sensorio-motor. En concreto, la esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa y autoinmune del sistema nervioso central, que afecta a la mielina, una sustancia que recubre las neuronas. Esta se deteriora e inflama de modo que impide el correcto funcionamiento del cerebro con repercusiones distintas en el organismo. Principalmente estos pacientes presentan trastornos de movilidad, además de cansancio y fatiga. En estos aspectos es donde la fisioterapia puede intervenir mediante ejercicios de rehabilitación para lograr una mejor condición física en general.

Constancia en los ejercicios

La fisioterapia en la esclerosis múltiple se basa en la práctica de una serie de ejercicios controlados que deben practicarse de forma constante para conseguir resultados. Según se explica en la guía Ejercicios de fisioterapia, de la Federación Española para la lucha contra la esclerosis múltiple (Felem), en este trastorno es importante mantener una actividad física moderada y frecuente, ya que está demostrado que puede prevenir algunas complicaciones y al mismo tiempo mejorar algunas de las funciones que se han visto alteradas a consecuencia trastorno.

Los objetivos de la rehabilitación física en la esclerosis múltiple y en otros trastornos relacionados con las funciones cerebrales, son diversos aunque todo depende de cada caso concreto. El fisioterapeuta neurológico analiza previamente dónde se produce el fallo que impide el movimiento correcto y a partir de ahí determina cómo trabajar la zona. Debe detectar los músculos perjudicados y centralizar su actuación en base a estas carencias, para mejorar la calidad de vida del paciente. En definitiva, la finalidad primordial es dotar de autonomía al enfermo, a la par que se logra un mayor bienestar.

Flexibilidad, fuerza y equilibrio

Así, el fisioterapeuta trabaja varios aspectos en estos casos, como por ejemplo la flexibilidad. Se realizan ejercicios para estirar los músculos con la intención de combatir la rigidez de las articulaciones impidiendo que se formen contracturas. De esta manera se reduce también la espasticidad (tensión muscular).

Otro aspecto que se aborda es el fortalecimiento de los músculos para reducir la sensación de fatiga. El equilibro y la coordinación, así como la corrección postural se pueden tratar con una serie de ejercicios específicos también. Por último, si el experto lo considera necesario puede incorporar actividades aeróbicas complementarias pero suaves como nadar, caminar o la bicicleta estática.

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