
¿Sabías que agosto es el mes del año en el que se cae más el pelo? Esta es la razón
Es importante no abusar del uso de planchas o secadores

Durante cada verano se suele ver una escena muy habitual, que es la de más cabellos en el cepillo y en la ducha de lo habitual. Y esto no se trata de una simple percepción, sino de un hecho confirmado por la ciencia. Investigaciones realizadas en el Reino Unido aseguran que la pérdida capilar alcanza su máximo punto en los meses de agosto y septiembre en el hemisferio norte. Algo parecido se comprobó en un estudio con más de 800 mujeres publicado en Dermatology, que ha detectado un mayor número de folículos en fase de reposo durante el verano, lo que anticipa una caída de cabello más intensa.
La farmacéutica y divulgadora científica Helena Rodero, autora del libro "Todo sobre tu pelo y tu piel" (Penguin Random House), explica que "uno de los dos principales tipos de caída del pelo es el efluvio telógeno, que es estacional, se da en agosto la mayoría, aunque también puede tener lugar de circunstancias puntuales, como el estrés, la enfermedad, o el déficit nutricional, que si se corrige vuelves a tu estado normal. Es algo puntual que no debe durar más de 8 semanas, pero es totalmente reversible hagas o no algo".
Según los estudios, el 8 de agosto es el día del año en el que más cabello se pierde, aunque la causa exacta sigue sin estar muy clara. Según afirma Rodero, "se cree que tiene que ver con el clima, con el daño que hace el calor al folículo piloso. Así, y al contrario de lo que piensa la gente, que se cae más el pelo en primavera o en otoño, cuando más se cae es en verano, en agosto concretamente. Está científicamente demostrado".

Alopecia androgénica: un problema crónico
Rodero señala la existencia de un tipo de pérdida capilar muy difícil de tratar, que es la alopecia androgénica. "Fundamentalmente el problema es o por un efluvio telógeno, que es reversible, y que está relacionado con déficit nutricional, con un proceso de estrés, con un posparto, o con una enfermedad, debido a la bajada de disponibilidad de elementos que sintetizan el cabello; o por un tema hormonal, el otro tipo de alopecia, una alopecia androgénica que es un problema crónico".
En los hombres se suele manifestar en la coronilla y en las entradas, mientras que en las mujeres la pérdida es más difusa y afecta principalmente a la parte superior de la cabeza. La experta indica que "necesita tratamiento continuo si uno no quiere dejar que el pelo se caiga", aunque afirma que en el caso de las mujeres las terapias son más limitadas. "Las mujeres no nos quedamos calvas habitualmente, sino que perdemos densidad en la zona superior de la cabeza, donde el cabello estará más fino. No se ve de un día a otro, y de forma no tan rápida como en los hombres. Aquí se une también al envejecimiento y la menopausia, y esa miniaturización se acelera con la menopausia. No se cura, no tiene solución, es tratable pero de continuo".
Lo que más daña el cabello
Rodero también apunta a los hábitos cotidianos como responsables de la caída del pelo. "Cuando lo lavamos, desenredamos, el sol de diario, todo lo daña. Hay que ser consciente para tratar lo mejor posible el cabello y que ese daño no se acumule, pero el cabello no se repara con productos, sino que directamente tiene que crecer para que el nuevo cabello esté intacto y en buen estado".
Algunas de las prácticas más dañinas son el uso frecuente de coletas muy tirantes, frotar la toalla con fuerza, abusar de planchas y secadoras a temperaturas altas o no proteger el pelo de los rayos solares en verano. Además, recuerda que el contacto con aguas duras ricas en calcio, magnesio o hierro también puede deteriorarlo. "Todo son temas acumulativos, de manera que como no se regenera por sí solo el cabello, el daño que se va haciendo se acumula. La piel la puedes recuperar, pero el cabello lo tienes que dejar crecer", recalca.
Finalmente, despeja la duda de si lavar el pelo a menudo hace que se caiga o no. La especialista afirma que "por lavarlo más no vas a provocar la caída. Si lo haces bien, frotando con las yemas el cuero cabelludo y la raíz no lo dañas, pero si coges el champú y frotas a tope se daña mucho y encima no limpiarás bien el cuero cabelludo".