“El futuro está en la gente con pasado.” Con esta convicción abordo el silver living: un modelo residencial y comunitario pensado para que las personas de 65 años o más puedan vivir con autonomía, vínculos significativos y bienestar, sin que su día a día se reduzca a lo médico o a lo asistencial. Hablamos de vivir en plenitud.
Yo acabaré, creo, mis días en un Silver Living. Dentro de mucho, eso espero.
Este artículo no está escrito para inversores ni para técnicos, sino para ti, lector, que quizá te planteas cómo serán los próximos veinte años de tu vida y dónde vivirlos.
Por qué España está “a vueltas” con el silver living
España envejece rápidamente. Hoy, una de cada cinco personas tiene más de 65 años, y para mediados de siglo será casi una de cada tres. Paralelamente, cada vez más personas mayores viven solas: más de dos millones de hogares unipersonales ya están encabezados por personas de 65+.
Eso significa más riesgo de soledad y, al mismo tiempo, más deseo de comunidad. Porque si algo nos enseña la sociología del bienestar es que, pasada la mediana edad, la felicidad repunta. Es la llamada “U de la felicidad”: llega un momento en que valoramos más lo esencial —la compañía, el propósito, la gratitud, la libertad— y menos las prisas y el estrés.
Ahí es donde entra el silver living: un espacio donde puedes vivir por tu cuenta, pero nunca solo.
Qué es –y qué no es– el silver living
Un silver living no es un geriátrico, ni un club elitista. Es un lugar donde tienes tu propio apartamento o casa, con privacidad y libertad, pero compartes espacios y experiencias con personas en tu misma etapa vital.
Imagina:
- Un piso con tu llave, tu cocina, tu terraza, pero sin barreras arquitectónicas.
- Un comedor común donde puedes bajar a comer si no te apetece cocinar.
- Talleres de arte, música, historia, jardinería, yoga.
- Un gimnasio adaptado, piscina o jardines.
- Servicios de apoyo cuando lo necesites: limpieza, fisioterapia, teleasistencia.
En España ya existen ejemplos reales:
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Pisos tutelados en Madrid (Sanitas Mayores, Ballesol).
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Comunidades cooperativas como Trabensol, donde vecinos han creado su propio espacio de vida colaborativa.
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Resorts sénior costeros que combinan naturaleza, clima mediterráneo y servicios de hotel.
Todos comparten la misma esencia: vivir juntos, pero por tu cuenta.
Qué problemas resuelve
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La soledad no deseada. Vivir solo no siempre significa vivir en paz; a veces significa sentirse aislado. En un silver living, la comunidad está a la puerta de tu casa.
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La inseguridad. Envejecer en un piso sin ascensor o en una casa llena de escaleras puede convertirse en una carga. Aquí todo está pensado para que no te falte accesibilidad ni seguridad.
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El miedo al futuro. No se trata de esperar a la dependencia, sino de vivir hoy con proyectos, sabiendo que tendrás apoyos cuando sean necesarios.
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El aburrimiento. Programas de actividades, socialización y aprendizaje permanente mantienen la mente despierta y el cuerpo activo.
Cómo es un día en un silver living
Te despiertas en tu apartamento. Puedes desayunar en tu cocina o bajar al comedor común. Tienes planeado un taller de pintura a media mañana, y después una caminata en grupo por los jardines.
Por la tarde, quizás un curso de fotografía digital o una videollamada con tu médico, desde el propio centro, sin moverte de casa. Y por la noche, una cena con amigos de la comunidad.
Nada te obliga, todo es opcional. La clave es que recuperas la sensación de pertenencia.
Dónde se ubican y cómo elegir
Los silver living pueden estar en entornos urbanos (Madrid, Barcelona), en periferia tranquila (Boadilla, Pozuelo, Las Rozas) o en la costa (Alicante, Málaga, Baleares).
Elegir depende de ti:
- Si prefieres cultura y vida urbana: elige proyectos en ciudad.
- Si buscas calma, aire limpio y naturaleza: los periféricos o costeros son tu opción.
- Si sueñas con playa y comunidad internacional: los resorts sénior costeros son ideales.
Ejemplos inspiradores
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Sanitas – Arturo Soria (Madrid): apartamentos tutelados con servicios, telemedicina y cuidadores.
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Suites by Ballesol: viviendas privadas con servicios hoteleros y actividades sociales.
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Trabensol (Torremocha del Jarama): una cooperativa autogestionada que demuestra que la comunidad reduce soledad y aumenta el bienestar.
Preguntas frecuentes
¿En qué se diferencia de una residencia de mayores? En una residencia se cuida la dependencia. En un silver living vives de forma independiente y activa, con servicios y comunidad para cuando los necesites.
¿Es solo para ricos? No. Existen fórmulas cooperativas más asequibles y también alquiler con servicios incluidos. El futuro es democratizar el modelo para la clase media.
¿Y si pierdo autonomía? El silver living incorpora teleasistencia, fisioterapia y apoyo domiciliario. Y si en algún momento necesitas cuidados intensivos, tendrás recursos y derivación. El silver living que haga bien las cosas tendrá acuerdos con residencia geriátrica cercana.
Conclusión: plenitud y comunidad
En España estamos “a vueltas con el silver living” porque lo necesitamos. La demografía nos empuja, la sociología lo justifica y la experiencia demuestra que funciona.
Para ti, como persona que piensa en cómo vivir los próximos años, el mensaje es simple: no se trata de esperar a necesitar cuidados, sino de vivir hoy en plenitud, con seguridad, comunidad y propósito.
Porque, como decimos siempre: el futuro está en la gente con pasado.