Sociedad

Amos Nachoum, el fotógrafo de 70 años que inmortaliza tiburones sin jaula de seguridad

Marta Vicente

Lunes 19 de abril de 2021

7 minutos

“No hay demonios en el mar”. Este veterano de 70 años ha ganado numerosos premios a nivel mundial

Amos Nachoum, el fotógrafo de 70 años que inmortaliza tiburones sin jaula de seguridad  (Foto: web Amos Photography)
Marta Vicente

Lunes 19 de abril de 2021

7 minutos

Amos Nachoum es un fotógrafo reconocido a nivel mundial por sus asombrosas imágenes de la vida salvaje. Ballenas azules, orcas, anacondas, cocodrilos, osos polares, delfín rosa y hasta tiburones, nada se le resiste a este profesional. Pero esto no es lo único que hace sorprendente su trabajo. Nachoum ha inmortalizado a los depredadores más aterradores bajo el agua sin utilizar jaula de seguridad. 

A sus 70 años, Nachoum se enfrenta a los entornos más extremos sin este elemento de protección, utilizado por la gran mayoría de fotógrafos. Frente a estas impresionantes criaturas solo están él y su cámara. Desde la Antártica hasta el Alto Ártico, el profesional ha buceado junto a las especies más peligrosas del mundo para demostrar que sí que es posible estar con ellas en paz.

En una entrevista para BBC Outlook, Amos Nachoum asegura que la finalidad de su trabajo es difundir la belleza de la naturaleza a todo el mundo. Sin dudarlo, elimina la jaula de seguridad a pocos metros de grandes criaturas que suelen transmitir terror. “El miedo es algo que me hace estar alerta, pero no me detiene”, destaca el fotógrafo.

Gracias a esta valentía, Nachoum consiguió fotografiar a uno de los animales más temidos que existen: el tiburón blanco. "Quería mostrar en una imagen lo que supone lidiar con el Gran Blanco", añade. El fotógrafo señala que, si no molestamos o provocamos a estas criaturas, podemos bucear pacíficamente junto a ellos. En esta imagen, se encontraba a un metro de distancia de él.
 

Amos Nachoum frente a un tiburón blanco. (Instagram)

 

“No hay demonios en el mar”, asegura el fotógrafo, que lleva 45 años luchando contra la idea que se tiene sobre este imponente animal.

Cómo descubre su pasión

Traumatizado por el dolor y la violencia que vivió luchando en la guerra árabe-israelí de 1973, decidió viajar a Estados Unidos. Allí, estuvo un tiempo conduciendo taxis, después cambió varias veces de empleo hasta que encontró su lugar en el mundo trabajando de instructor de buceo. 

Después, decidió imitar a los turistas que hacían fotos bajo el agua. En el momento en que cogió una cámara buceando descubrió su verdadera pasión. 

Esta no fue la primera vez que usaba una máquina de fotos. A los 12 años, el israelí encontró una en el almacén de su casa en Tel Aviv y se dio cuenta que la fotografía le permitía expresar aquello que no podía con palabras. 

La difícil relación que tenía con su padre, a quien define como estricto, le motivó a dejar su casa a los 14 años y comenzó a trabajar con pescadores locales. Ahí aprendió a bucear.

 

Fotografía de Amos Nachoum de una foca leopardo devorando a un pingüino en la Antártida (2009) (web: Amos Photography)

Decripción de la foto por Amos Nachoum"Una foca leopardo se metió en una laguna justo antes de la marea baja. La foca estaba escondida, esperando emboscar a los pingüinos a medida que se acercaban. Cuando un pingüino se acercó lo suficiente, la foca se movió extremadamente rápido y lo agarró por los pies arrastrándolo hacia el mar abierto. Yo seguía la acción en paralelo. La foca liberó al animal dos veces y el pingüino, aterrorizado, logró escapar. La foca continuó persiguiéndolo y, en el tercer intento, ahogó al pingüino y lo devoró".

Sueño cumplido

Las fotos de Nachoum han aparecido en cientos de publicaciones de todo el mundo. Incluso en reputados medios como National Geographic, Time, The New York Times, así como en numerosos libros, revistas y programas de televisión. Igualmente, entre sus múltiples galardones destacan los premios Nikon, Communication Arts y ha ganado dos veces el premio a Fotógrafo del año de Vida Salvaje de la BBC. 

Su vida y su trabajo se muestra en tres documentales: Shark Contact (2013), Amos (2016) y el galardonado Picture of his life (2019). En el tráiler de este último, uno de los narradores le describe como un hombre que “no tiene una vida normal, no tiene hijos… Está casado con el océano”. Esta película biográfica, además de relatar los momentos más duros de su vida, muestra el último sueño cumplido del protagonista: fotografiar al oso polar bajo el agua.

Amos Nachoum en una captura del tráiler de Picture of his life (2019) (Youtube)

En el momento en que se propuso conseguirlo, su padre lo calificó como una “misión suicida”. El fotógrafo cuenta a la BBC que no tenía relación con él. Su padre soñaba con verle formando una familia en lugar de jugándose la vida en el mar.

La misión no fue nada fácil. Amos Nachoum explica en la entrevista su viaje al Ártico para captar al oso polar. Cuando se encontraba en el agua, todo se complicó: el viento empujó el barco lejos de Nachoum mientras que el animal cada vez se acercaba más a él, llegándose a situar a 6 metros. El fotógrafo había estudiado que estas criaturas no podían sumergirse más de 10 metros, pero el oso polar le siguió y, cuando bajó 17 metros, Nachoum levantó la vista y experimentó por primera vez el terror en el océano: "Fue un drama. Solo podía ver sus zarpas, la nariz y el hocico. Sinceramente me asusté”. El animal continuó sumergiéndose hasta llegar a los 22 metros de profundidad, entonces "miré hacia arriba. En lugar de encararme verticalmente, hacia mí, el oso estaba más horizontal y nadaba a ese nivel", explica aliviado el fotógrafo.

Pero el susto no le impidió que lo intentara por segunda vez. Años después, consiguió la fotografía de una osa polar junto a sus dos cachorros, convitiéndose en la primera persona en el mundo en lograr captar a este animal bajo el agua: “Unas 12 personas aterrizaron en la Luna, más de 4.000 personas llegaron a la cima del Everest. Sólo cinco nadaron con osos polares y yo fui el único capaz de capturar no una, sino dos o tres familias de osos polares en el agua”, cuenta orgulloso el israelí.

Fotografía de tres osos polares bajo el agua de Amos Nachoum (Instagram)

"Mi héroe"

A pesar de la relación tan difícil que tuvo con su padre, los realizadores del documental hablaron con este antes de que falleciera. Las palabras sobre su hijo fueron: “Mi buen chico, mi hijo loco y mi héroe”. Murió cuando Amos Nachoum estaba de viaje y, cuando regresó a Israel, se dirigió al cementerio para dejar la foto enmarcada del oso polar en la tumba de su padre: "Me retó a ser lo mejor que puedo ser", cuenta en la entrevista.

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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