Miriam Gómez Sanz
Sociedad
Las agresiones verbales, la discriminación más común entre mujeres mayores lesbianas y bisexuales
Un análisis documenta experiencias personales de 170 mujeres LGBT mayores de 45 años
La discriminación no siempre llega en forma de grandes gestos. A veces, se cuela en comentarios cotidianos, miradas despectivas o silencios incómodos. Así lo refleja un estudio reciente publicado en el Anuario del Envejecimiento, que analiza las experiencias de mujeres lesbianas y bisexuales a partir de los 45 años. Su conclusión es clara: la discriminación por orientación sexual sigue presente, especialmente en forma de agresiones verbales.
La investigación, firmada por Sacramento Pinazo y Celia Carrascosa, se ha construido a partir de entrevistas en profundidad. Esto ha permitido asomarse no solo a los episodios de discriminación, sino también a las estrategias que muchas mujeres han desarrollado para afrontarlos a lo largo de sus vidas.
La agresión verbal, lo más frecuente
Los relatos recogidos apuntan a que los espacios públicos continúan siendo un foco habitual de actitudes discriminatorias, pero no son los únicos. El entorno familiar, el laboral, el educativo, los bares y discotecas e incluso las redes sociales también aparecen señalados por las participantes.
El estudio ha contado con 170 mujeres residentes en España —126 lesbianas y 44 bisexuales— con edades entre 45 y 72 años. A partir de sus experiencias, se han identificado nueve formas principales de discriminación: desde agresiones físicas o verbales hasta acoso laboral, exclusión social, invisibilización de la homosexualidad, presunción de heterosexualidad, maltrato institucional o la internalización del prejuicio. A ello se suma una décima categoría para respuestas inespecíficas como "no lo sé" o "no lo recuerdo".

Entre todos los tipos de discriminación, las agresiones verbales se sitúan como la experiencia más habitual: un 36% de las participantes declara haberlas sufrido. La exclusión social aparece en segundo lugar (14,8%).
También resulta llamativo el porcentaje de mujeres que aseguran no haber vivido discriminación o no haber sido conscientes de ella (26%). Una de ellas, residente en Es Castell (Menorca), lo resume así: "Por suerte, si es que las he tenido, no me he dado cuenta", recoge la investigación.
Un 10% señala haber experimentado invisibilización de su orientación o presunción de heterosexualidad, mientras que el 8,4% declara haber sufrido acoso laboral.
Las diferencias entre edades y orientaciones
Las mujeres de 45 a 54 años reportan más casos de discriminación que las de mayor edad. El 70,4% de ellas reconoce haber vivido alguna situación discriminatoria.
En cuanto a la orientación sexual, las mujeres lesbianas describen un número mayor de experiencias negativas. Por ejemplo, la agresión verbal ha sido reportada por el 29,2% de ellas, frente al 6,8% de las mujeres bisexuales.
Un llamamiento a intervenir
Además de documentar estas vivencias, el informe subraya que la discriminación y la invisibilización tienen un impacto real sobre el bienestar psicológico. No se trata solo de momentos puntuales, sino que pueden convertirse en un estrés acumulado a lo largo de la vida.
Por ello, sus autoras urgen a desarrollar intervenciones psicosociales específicas dirigidas a mujeres mayores lesbianas y bisexuales, con el objetivo de garantizar la igualdad, la inclusión y la erradicación de cualquier forma de discriminación.



