Los mayores de la Comunidad Valenciana piden al nuevo gobierno acabar con la brecha digital

El último barómetro municipal de opinión ciudadana en la Comunidad Valenciana ya reveló las preferencias de los ciudadanos respecto a las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 28 de mayo. Así, de los encuestados, a quienes se les preguntó a qué partido político votarían si se convocaran elecciones al día siguiente, un 19,7% se decantó por el PP, un 18% por el PSPV-PSOE, un 10,1% por Compromís, un 7,7% por Vox, un 3,3% por Podemos-EUPV, y un 2,2% por Cs.

Independientemente de estos resultados y los que finalmente se den el 28 de mayo, las principales asociaciones de mayores de la región señalan que lo verdaderamente importante es "todo lo que puedan ofrecer en beneficio y por el bienestar de los mayores", y en especial destacan que "la prioridad" es la brecha digital. 

En este sentido, el médico jubilado valenciano de 79 años, Carlos San Juan, ha sido el máximo exponente a lo largo del último año por su incansable lucha para conseguir que la banca mejorara su atención y ofreciese un trato digno a las personas mayores, excluidas por la creciente digitalización, con su campaña "Soy mayor, no idiota", que inició en enero de 2022, y con la que consiguió reunir más de 647.000 firmas. De esta forma, un mes y medio después consiguió que las patronales bancarias firmaran un protocolo que incluía medidas concretas para lograr un trato más humano hacia los mayores. 

La ampliación de los horarios en las oficinas ha sido uno de los principales avances, sin embargo, otros puntos como la adaptación de los cajeros para que fuesen más sencillos aún "no se ha mejorado nada", aseguraba Carlos San Juan. Según una encuesta de Asufín, nueve de cada diez mayores de 65 años asegura que se ve forzado a utilizar el cajero automático, mientras que casi un 42% tiene dificultades para usarlo y un 30% no ha sido acompañado por un empleado que le ayude a usarlo.

La necesidad de simplificar las aplicaciones es otro punto con el que todavía es necesario presionar, con el fin de adaptarlas y hacerlas más sencillas. En este sentido, un 81% de los mayores encuestados por Asufin consideraban que las aplicaciones de los bancos no son lo suficientemente sencillas e intuitivas. 

Carlos San Juan incluso llegó a reunirse el pasado mes de junio con el Presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para trasladarle estas preocupaciones.

La Comunidad Valenciana cuenta con una población mayor de 65 años que suma 1.018.221 personas en 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que quiere decir que en torno al 25% de los votantes son mayores de 65 años, los cuales esperan que el próximo resultado de las elecciones les permita satisfacer algunas de sus demandas. 

La brecha digital "es una prioridad"

A lo largo de todo el año, las personas mayores han destacado la necesidad de un cambio en diferentes aspectos y ámbitos de la sociedad. En este sentido, las preocupaciones de los mayores de la Comunidad Valenciana no difieren en gran medida de las del resto de la población de España, y destacan la atención sanitaria, las residencias, las pensiones y la brecha digital como principales. 

En concreto, la brecha digital "es una prioridad", según indica Javier Monrabal Aguirre, vicepresidente de la delegación de SECOT en Valencia a 65YMÁS. 

Este es un tema en el que coincide Josefina Cortijo, secretaria de la Federación de Asociaciones de CIUDADANOS MAYORES de la Comunidad Valenciana (CIMA), que destaca que "la prioridad de todos tiene que ver con lo digital", aunque la banca y las pensiones son otro tema que también preocupa a los mayores de la región. "El miedo que tienen es por si suben o bajan las pensiones, pero ellos no ven realmente una mejora, más bien lo ven todo paralizado, porque ¿de qué sirve si luego todo lo demás sube el triple?", cuestiona. 

La falta y pérdida de oficinas bancarias y cajeros, sobre todo en las zonas poco pobladas, la falta de atención en ellas y el cobro por las operaciones, son otras de las preocupaciones principales, aunque Josefina afirma que "es incluso mayor que el miedo por las pensiones", porque "¿cómo voy a enterarme de que he cobrado la pensión si no puedo ir con mi cartilla o me cobran al hacerlo? Además, hay mucha gente que simplemente, por diferentes problemas de salud, ni siquiera puede llevar tarjeta de crédito".

Carencias en zonas despobladas y soledad

"También nos preocupa especialmente la carencia de infraestructuras tecnológicas y de comunicaciones en las zonas más despobladas, que impiden la implantación de proyectos emprendedores en igualdad de condiciones con otras zonas mejor dotadas", añade Javier. 

Le sigue la soledad no deseada, una problemática que afecta en especial medida a las personas mayores, como señala Diego Alcázar, presidente de UDP Valencia (Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados). "Prueba de ello es un caso que me ocurrió hace poco tiempo visitando una comarca cercana, y es que al saludar a una mujer muy mayor, le di un fuerte abrazo y se le saltaron las lágrimas. Me dijo que hacía mucho tiempo que nadie la abrazaba con cariño, e incluso me dio las gracias. Yo mismo me emocioné al ver que la había hecho feliz en un momento con solo un abrazo. Esto demuestra la falta de cariño que muchos mayores viven", lamenta. 

Aunque afirma que se están llevando a cabo iniciativas para acabar con esta silenciosa pandemia, como se le ha empezado a llamar, no es algo que debamos olvidar, porque sigue muy presente y afecta a muchas personas. 

Falta de médicos, especialmente geriatras

Otro punto crucial tiene que ver con la sanidad, los problemas para conseguir cita y las largas esperas, y sobre todo con la falta de médicos, señala Diego, "y ya no hablemos de geriatras". "No tenemos personal especializado en esta materia", asegura. 

El envejecimiento activo es algo que desde UDP Valencia tratan de fomentar, ya que consideran que "es muy importante tener la mente activa y no quedarse solo frente a la televisión", para lo cual cuenta con programas durante todo el año junto a ayuntamientos, el Consejo Valenciano de Personas Mayores y otras asociaciones. "Hoy en día, comunicarse con familiares, aun cuando viven lejos de la Valencia vaciada, es posible con solo aprender a manejar el móvil", señala. 

Sin embargo, realizar estas actividades se vuelve cada vez más complicado debido a que "hoy en día las subvenciones son a través de programas que tienes que desarrollar y aprobar, y nosotros no contamos con el dinero suficiente para poder llegar a término todo lo que tenemos en mente para mejorar la calidad de vida de los mayores". "A nosotros solo nos importa todo lo que pueda beneficiar a las personas más necesitadas porque, por ejemplo, hay pensiones todavía muy bajas. Por tanto, todo aquel que pueda ofrecer más por el beneficio y bienestar de las personas mayores, bienvenido sea", añade. 

Por su parte, el Consejo Valenciano de Personas Mayores incluía en un documento con 24 reivindicaciones "esenciales", que han enviado a los partidos políticos para que incluyan en sus propuestas de cara a las elecciones, y que reúnen algunas de las ya mencionadas, como la necesidad de que los mayores de la región sean atendidos personalmente en los bancos si no saben usar un cajero, así como en la administración si no consiguen pedir cita previa. 

Así lo recoge Levante, junto con otras propuestas, como son: una mejor atención primaria de salud y en servicios sociales; más y mejores prestaciones que permitan una vida digna a este colectivo; que se garanticen las pensiones y que "en ningún caso se consientan las situaciones de pobreza"; que se simplifiquen y agilicen los mecanismos de acceso a las ayudas sociales, se reduzcan los trámites y las listas de espera; poner fin a la soledad no deseada, a la brecha digital y a la brecha de género; que el copago farmacéutico se aplique solo en función de la renta y se aplique la cobertura bucodental y auditiva en mayores y colectivos vulnerables; que haya más personal, mejores procedimientos y un modelo de atención centrada en la persona en las residencias, así como atención sociosanitaria a aquellos mayores que viven en sus domicilios a través de cuidadores profesionales; mejoras en el transporte público y más facilidades para desplazarse para evitar el aislamiento, a partir de la creación de una tarjeta unificada y de precio reducido; aumentar el número de viviendas públicas; mejorar el sistema de teleasistencia para que llegue a todo el que lo necesite; y que se ofrezca una educación de calidad también a los mayores, entre algunas cuestiones más como mejorar el ocio que se ofrece a este colectivo para que sea "asequible y plural".