Paula Buedo
Sociedad
Cómo hacer una autoexploración de mama, paso a paso
Paula Buedo
Foto: Big Stock
Domingo 3 de septiembre de 2023
ACTUALIZADO : Martes 17 de octubre de 2023 a las 16:23 H
5 minutos
A partir de los 20 años es recomendable examinar los pechos una vez al mes
La detección temprana del cáncer de mama es absolutamente fundamental para conseguir atajar a tiempo este problema. Por ello, la autoexploración debe formar parte de la rutina diaria, lo que nos permite detectar anomalías en su fase inicial y evitar el desarrollo del cáncer.
El examen de la mama consta de dos partes: la física y la visual. Ambos aspectos son muy importantes, pues alrededor del 20% de los casos de cáncer se detectan durante una exploración, lo que significa que hacerlo correctamente puede salvar vidas, según publica Infosalus.
Cuando repasamos rutinariamente nuestras mamas, nos podemos percatar de algunos cambios y señales de alarma en su fase más temprana, por lo que no habría que esperar a una mamografía. Estos son los pasos para realizar el autoexamen correctamente y qué señales deberían alarmarnos si las notamos.
Examen de mamas, paso a paso
Lo primero que debemos hacer es inspeccionar visualmente las mamas. Para ello, nos colocamos frente a un espejo y buscamos asimetrías, bultos o lesiones en la piel. Esto debemos hacerlo tanto con los brazos caídos como levantados y colocados detrás de la cabeza, para asegurarnos así de comprobar los pechos desde varios ángulos y que se mantiene la simetría y uniformidad desde todos ellos.
Después, pasamos a palpar los senos. Con las yemas de los dedos de la mano contraria al pecho examinado y el otro brazo detrás de la cabeza, tocaremos la mama, pezón y axila. Así, si estamos inspeccionando el pecho derecho, usaremos la mano izquierda mientras la derecha se mantiene levantada.
Los tres movimientos que debemos practicar son:
- Movimientos circulares desde el centro hasta abarcar toda la mama
- Movimiento en zigzag vertical y horizontal de un lado a otro
- Compresiones suaves desde la zona externa hacia la central, incluyendo la areola
Además, también debemos comprobar que no salga ningún líquido del pezón, así como no descuidar la zona más cercana a la axila, donde se originan gran parte de los tumores.
Otras señales que deberían llevarnos a consultar a un especialista es observar que ha cambiado el tamaño o forma de la mama. También si detectamos un hoyuelo, arruga, piel de naranja o si el pezón se ha retraído hacia dentro. A ello se suma la aparición de piel roja o un eccema en la piel del pezón que no responde ante un tratamiento tópico.
Europa Press
Analizarnos una vez al mes
La autoexploración debe implantarse en nuestras rutinas desde muy jóvenes. Alrededor de los 20 ya es un buen momento para aprender cómo se debe proceder y empezar a hacerlo. A partir de entonces, una vez al mes es la frecuencia recomendada para familiarizarse con cómo son los pechos y los cambios que pueden sufrir en cuanto a textura, consistencia y forma. Así, una buena fórmula para recordar el momento es guiarse por la menstruación. De tres a cinco días después del comienzo de la misma estarán menos doloridas e inflamadas.
Algunos factores para protegernos y prevenir la aparición de tumores son evitar el tabaco, no consumir alcohol en exceso, limitar el uso de terapias hormonales, mantener una buena actividad física y llevar una dieta mediterránea saludable.
No obstante, en el caso de detectar alguno de los problemas anteriormente descritos, debemos mantener la calma. Muchas de las alteraciones que se detectan en los autoexámenes son tumores benignos o lesiones causadas por otros motivos, aunque, en cualquier caso, consultar con el personal sanitario es necesario para poder descartar la posibilidad de haber detectado un cáncer y, de ser así, poner en marcha el tratamiento correspondiente.