Sociedad

Cuidado con el asfalto en verano: puede dañar las almohadillas de los perros

Violeta Qi

Sábado 16 de agosto de 2025

4 minutos

Estos son algunos consejos dados por una veterinaria

Cuidado con el asfalto en verano: puede dañar las almohadillas de los perros
Violeta Qi

Sábado 16 de agosto de 2025

4 minutos

Durante los meses de verano, el riesgo de sufrir lesiones en las almohadillas plantares de los perros aumenta de forma notable por la exposición prolongada a superficies recalentadas. En jornadas muy calurosas, el asfalto y otras zonas pavimentadas pueden alcanzar temperaturas superiores a los 60 °C, lo que en segundos puede ocasionar quemaduras de primer o segundo grado.

Las almohadillas, que son vitales para la movilidad y la regulación térmica del animal, no están diseñadas para resistir condiciones tan extremas. “Funcionan como un calzado natural, pero con altas temperaturas pueden producirse quemaduras severas”, explica Ana Hernández, veterinaria de Sanitas. “Estas lesiones, además del dolor que provocan, pueden derivar en infecciones, pérdida de tejido o cojera persistente”, añade.

Raza de perro Setter Inglés. (Bigstock)

Consejos para proteger las almohadillas 

A continuación, la profesional veterinaria de Sanitas enumera medidas fáciles de aplicar para evitar el sobrecalentamiento de las patas y proteger la salud del animal:

  • Comprobar la temperatura del suelo: antes de cada paseo conviene verificar si la superficie es segura. Una forma sencilla es apoyar la palma de la mano o el dorso sobre el suelo durante al menos cinco segundos. Si resulta demasiado caliente para la piel humana, también lo será para las almohadillas del perro, que pueden sufrir quemaduras rápidamente.

  • Ajustar los horarios de paseo: en los meses más calurosos, las horas centrales, entre las 12:00 y las 19:00, que concentran las temperaturas más elevadas. Aunque el aire empiece a refrescar, el asfalto y otras superficies pueden mantener calor residual. Por ello, es preferible programar los paseos largos a primera hora de la mañana o al anochecer.

  • Elegir superficies menos agresivas: siempre que sea posible, prioriza rutas con sombra, césped natural, tierra húmeda o caminos de parque. Estas superficies reducen el riesgo de abrasión y de quemaduras. Evita, en la medida de lo posible, pasear sobre asfalto, aceras recalentadas, arena seca o superficies metálicas, que acumulan y mantienen altas temperaturas.

  • Higiene y revisión tras cada paseo: al llegar a casa, lava las patas con agua templada y un jabón suave sin componentes agresivos. Sécalas con cuidado y revisa la presencia de heridas, grietas, inflamación o residuos entre los dedos.

  • Hidratación como medida preventiva: el estado del perro influye en la salud de su piel y almohadillas. Ofrecer agua fresca con frecuencia, especialmente tras los paseos, ayuda a mantener la piel más flexible y facilita la termorregulación. Durante las salidas, mojar las patas o permitir que el animal camine por charcos o tierra húmeda puede ser beneficioso.

  • Uso de bálsamos y botines protectores: conviene aplicar productos específicos formulados para uso veterinario que hidraten y ayuden a regenerar sin irritar. También se pueden usar remedios naturales como aloe vera o cera de abeja. En paseos prolongados o sobre superficies muy calientes, los botines caninos transpirables y con suelas antideslizantes ofrecen protección adicional; deben ajustarse bien y utilizarse de forma progresiva para garantizar la comodidad del animal.

“Si se detectan signos como cojera, inflamación, grietas, sangrado o rechazo a caminar tras un paseo, es fundamental acudir al centro veterinario lo antes posible. Las almohadillas dañadas pueden infectarse con facilidad y causar dolor intenso, por lo que una intervención temprana es clave para evitar complicaciones”, indica Ana Hernández. Además, se recomienda contar con un seguro de asistencia veterinaria para mascotas.

Sobre el autor:

Violeta Qi

Redactor en prácticas

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