Miriam Gómez Sanz
Sociedad
Etiquetas de los alimentos: poco accesibles, confusas e incompletas, según los españoles
La mayoría ajusta sus hábitos de compra mientras reclama información clara y útil en los envases
La forma en que los españoles compran y el modo en que leen –o no leen– la información de los envases están cambiando, según refleja la nueva encuesta de la Mesa de Participación Asociaciones de Consumidores (MPAC). En un año marcado nuevamente por la presión económica, el 77% de la población reconoce haber modificado sus hábitos de compra y casi la mitad señala que el etiquetado sigue sin estar a la altura de lo que necesita para elegir bien.
El supermercado continúa siendo el epicentro del carro de la compra. Es la opción preferida por el 69% de los consumidores, muy por encima de hipermercados, pequeños comercios o mercados municipales. La proximidad es decisiva: el 38% elige su establecimiento habitual por estar cerca de casa, lo que anima a realizar compras más pequeñas y frecuentes. La mayoría, un 56%, acude andando.
El precio también pesa y mucho. Aunque sigue por detrás de la cercanía, es determinante para el 34%. Le sigue la calidad del producto (31%), completando el trío que guía la mayor parte de las decisiones.
El contexto económico explica cambios evidentes: buscar ofertas y promociones (32%) y aprovechar mejor los alimentos (20%) se han convertido en estrategias frecuentes. Apenas un 23% asegura no haber modificado en absoluto su manera de comprar.
El etiquetado, en entredicho
A pesar de que la etiqueta es la fuente de información más fiable para la mayoría (56%), casi la mitad de los consumidores (48%) considera que los envases continúan siendo poco accesibles, difíciles de entender o incompletos. Y un 10% admite directamente que no las lee.
La fecha de caducidad es el dato más consultado (65%). Su relevancia aumenta año tras año, aunque contrasta con el hecho de que el 46% reconoce consumir productos incluso cuando ya ha pasado esa fecha.
En paralelo, Internet y redes sociales ganan terreno como canales informativos (16%). El código QR empieza a percibirse como un recurso útil, aunque aún no es un elemento decisivo.

Salud y azúcar
La preocupación por lo saludable sigue en ascenso. El 55% busca productos con alegaciones saludables, mientras que solo un 27% las descarta. Entre todos los componentes, el contenido de azúcar es el que más atención genera (38%), muy por encima de grasas, sal o hidratos. La fibra, a pesar de su importancia, permanece "la gran olvidada" con apenas un 9%.



