Una mujer está siendo investigada en un juzgado de Santa Coloma de Farners (Girona), por un caso de sustracción de menores.
La madre se fue con su hija a un pueblo de Extremadura, donde han vivido 11 años, para impedir que el padre de la menor pudiera verla. La niña tenía por aquel entonces 4 años, y según declaraciones a El Periódico de Ernets Plaja, abogado del padre, el hombre ha vivido los últimos años con "la angustia de no saber si su hija estaba viva o muerta".
Se presentó voluntariamente
La mujer se presentó voluntariamente en el juzgado el miércoles 16 de junio, y según ha adelantado TV-3, se le ha retirado el pasaporte a ella, y a su hija, además de prohibirles salir de Cataluña. La progenitora, que sostiene que se llevó a su hija porque sospechaba que el padre abusaba sexualmente de ella, tendrá que declarar en el juzgado cada semana.
El padre no sabía nada de su hija desde junio de 2010 cuando, la madre le envió una carta explicándole que la niña estaba bien, y que ya encontrarían la manera de verse, según explica el abogado. Según la madre, las últimas veces que su hija había estado con su progenitor no había vuelto "en buenas condiciones".
"Desde entonces, el padre no ha sabido si la niña estaba viva o muerta", explica Plaja. El padre denunció el caso en el juzgado de instrucción 4 de Santa Coloma de Farners, que abrió el 15 de octubre de 2010 diligencias previas por un delito de sustracción de menores.
La mujer se presentó sin previo aviso en el juzgado. Y según comunicó en TV Costa Brava, se fue con su hija por las sospechas de abuso que tenía: "Yo he salvado una vida y lo volvería a hacer, la niña ahora está muy bien, es feliz", y añadió que ahora le da igual lo que pueda pasar porque "ya he ganado como madre".
Según Plaja, el juzgado ya investigó la denuncia interpuesta por la madre, y en marzo de 2011 ésta quedó archivada. La resolución recoge las declaraciones de la madre, y las exploraciones forense a la pequeña donde no se encontraron indicios de abuso.
En un pueblo de Extremadura
La madre y su abogada se presentaron sin la menor en el juzgado. En su declaración explicó que han estado viviendo todos estos años en un pueblo de Extremadura.
Según el abogado del padre, la niña no ha sido ni escolarizada ni vacunada. Además, como la mujer tenía una orden de búsqueda y captura, no renovó el DNI para que no la pudieran detener.
El juzgado exigió a la madre que volviera con la menor al día siguiente. La niña que tiene ahora 15 años explicó que aunque tenía miedo del padre, accedía a verlo, pero poniendo ella las condiciones de la visita.