Sociedad

Los primeros humanos podrían haber cocinado en aguas termales antes de descubrir el fuego

Lucas Leal

Sábado 25 de octubre de 2025

5 minutos

Según un estudio del análisis de los sedimentos del suelo de la 'Cuna de la Humanidad'

Los primeros humanos podrían haber cocinado en aguas termales antes de descubrir el fuego
Lucas Leal

Sábado 25 de octubre de 2025

5 minutos

Una investigación publicada en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), en la que participa la Universidad de Alcalá y que se desarrolla en la garganta de Olduvai (Tanzania), ha desvelado que los primeros seres humanos podrían haber cocinado alimentos en aguas termales antes de inventar el uso del fuego.

Según ha indicado la universidad en un comunicado, "siempre se ha asociado al descubrimiento y dominio del fuego, lo que supondría remontar el origen de esta conducta a no más de un millón de años", porque no existen evidencias de uso del fuego por estos antepasados antes de esas fechas. Sin embargo, un nuevo descubrimiento ha desvelado que podría existir "una fase anterior" al uso del fuego, en la que los primeros seres humanos ya podrían haber empezado a cocinar alimentos utilizando aguas termales.

El Olduvai Paleoanthropology and Paleoecology Project (Toppp), con sede en el Instituto de Evolución de África (IDEA) de la Universidad de Alcalá, lleva quince años trabajando en la "prestigiosa" garganta de Olduvai (Tanzania), más conocida como la 'Cuna de la Humanidad', situada a pie del Ngorongoro en el ecosistema del Serengueti, en colaboración con el Museo Nacional de Tanzania.

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Fuente: Europa Press

 

En Olduvai se descubrieron los primeros restos del género humano hace dos millones de años, Homo habilis y Homo erectus. En 2015, Toppp, a través de Fernando Diez-Martín, de la Universidad de Valladolid, descubrió, en el yacimiento FLK West, los restos achelenses "más antiguos" de Olduvai, hace 1,7 millones de años. El achelense fue una fase en la evolución humana, en la que la mente aparece por primera vez "compleja y planificadora". En este momento, se elaboran herramientas de "gran tamaño y simétricas cuya forma es intencionada, siendo el bifaz la más representativa", ha explicado el centro universitario.

Un descubrimiento en los sedimentos del suelo

En el paisaje que rodeaba entonces a FLK West, aquellos seres humanos dejaron "uno de los registros más impresionantes" de la fase inicial de nuestra evolución y en este sentido, hace seis años, Toppp y sus directores, el catedrático de Prehistoria de la UAH Manuel Domínguez-Rodrigo, Enrique Baquedano y Audax Mabulla iniciaron un "ambicioso" proyecto de reconstrucción de dicho paisaje. Como parte de dicho estudio, iniciaron un proyecto de colaboración con el laboratorio Summons del MIT (USA) para analizar biomarcadores en los sedimentos. Ainara Sistiaga, del MIT y la Universidad de Copenhagen, lideró este análisis.

En conjunción con Roger Summons y Kate Freeman (de la Universidad de Pensylvannia), realizaron el descubrimiento de que en toda la superficie de aquel paisaje, abundaban "los biomarcadores de la vegetación y la fauna que contuvo". Sin embargo, entre ellos, aparecieron unos marcadores "inesperados", unos lípidos que generan algunos micro-organismos bajo altas temperaturas.

Los marcadores de lípidos eran los mismos que produce una bacteria (Thermocrinis ruber), que se encuentra "comúnmente" en ambientes acuáticos "muy calientes", cuya temperatura supera los 80º Celsius. En la actualidad, se encuentra en abundancia en ambientes de fuentes termales. Por tanto, la presencia de esta bacteria en esos lugares indicaba que había agua muy caliente.

La composición química de las aguas termales podría servir como alerta de terremotos
Fuente: Europa Press

Aprovechamiento de recursos naturales

El hecho de que la presencia de los homínidos "se intensificara" en proximidad a dichos lugares significa que, "muy probablemente", supieron hacer uso de dicho recurso. En origen, el descubrimiento de animales muertos en un entorno termal y cocinados "naturalmente", podrían haber incentivado que aquellos seres humanos iniciaran "de manera intencionada" su incursión en el mundo de la transformación de alimentos "previamente a su consumo" y que las primeras cocinas naturales hubieran sido ambientes termales.

Este descubrimiento revolucionó "la adaptabilidad" de aquellos primeros humanos. Al cocinar la carne, no solo la hacían "más digerible, sino que, además, eliminaban potenciales bacterias dañinas". De la misma forma, al poder cocinar pudieron, por primera vez, acceder a "un universo" de carbohidratos en los "abundantes" tubérculos que contienen los ecosistemas de sabana donde estaban evolucionando.

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Lucas Leal

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