Indultada tras pasar 20 años en la cárcel por matar a sus cuatro hijos: era inocente

Kathleen Folbigg, una madre australiana que fue condenada en 2003 a 40 años de prisión por haber supuestamente acabado con la vida de sus cuatro hijos cuando apenas tenían unos pocos meses, ha sido indultada por la justicia al haber dudas razonables sobre su culpabilidad.

Los hechos sucedieron entre 1989 y 1999. En el transcurso de esos años, los cuatro hijos que tuvo la mujer fueron falleciendo a los pocos meses de nacer en circunstancias sospechosas. 

Caleb, el primero de todos, murió a los 19 días en 1989; Patrick, a los ocho meses, en 1991; Sarah, a los 10 meses, en 1993; y Laura, en 1999, a los 19 meses. 

Por aquel entonces, pese a que no había pruebas rotundas que la incriminasen, Folbigg fue víctima de la llamada "ley" del pediatra Roy Meadow que afirmaba, dicho en otras palabras, que más de tres muertes súbitas de hijos demostraban en cierto modo la culpabilidad de la madre, al ser extremadamente improbable que se tratase de decesos debidos a causas fortuitas.

Teniendo en cuenta esa circunstancia especial y ciertos apuntes en un diario, un tribunal decidió declarar culpable a Kathleen Folbigg de matar a tres de sus hijos por asfixia y de homicidio imprudente en el caso del cuatro, convirtiéndola así en una verdadera asesina en serie a ojos de la población de su país. Se la condenó a 40 años de cárcel. 

“Me siento la peor madre del mundo. Estoy asustada de que ella me deje ahora. Como hizo Sarah. Sé que yo a veces tenía mal genio y era cruel con ella y se fue. Con un poco de ayuda –luego explicaría que hablaba de Dios–”, aseguraba en su diario. 

Era inocente

Recientemente, gracias a una investigación coordinada por la científica hispano-australiana Carola García de Vinuesa, se habría demostrado que el jurado podría haberse equivocado y que los hijos muy probablemente habrían muerto por causas naturales, tal y como había defendido Folbigg. Una hipótesis, que se descartó hace 20 años, debido a la llamada "ley" del doctor Meadow.

En concreto, la investigación de García de Vinuesa probó que las dos hijas tenían una mutación genética que podía derivar en muerte súbita, y que los dos hijos podían haber tenido algún tipo de encefalopatía epiléptica y problemas respiratorios. 

Los hallazgos fueron enviados a la justicia australiana en 2021, junto a la carta de más de 100 científicos, incluidos tres premios Nóbel, pidiendo su liberación y han servido para que el fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, conceda un indulto a esta mujer que ha pasado 20 años en prisión por unos crímenes que supuestamente no habría cometido. 

"Creo que todos tenemos que ponernos en el lugar de Folbigg y dejarle ahora el espacio que necesita para continuar con su vida; no acosarla o perseguirla de ninguna manera. Ha sido un calvario de 20 años para ella. Le deseamos lo mejor para el resto de su vida", ha indicado Daley, tal y como recoge The Sydney Morning Herald.