Miriam Gómez Sanz
Sociedad
Un jubilado de 91 años dona un millón de euros para salvar la iglesia de su pueblo
El francés Raymond Landy financia la restauración del templo donde hizo la comunión
En La Chapelle-sur-Aveyron, una pequeña localidad de la región de Loiret, en el centro de Francia, los vecinos han rendido homenaje a uno de los suyos. Raymond Landy, de 91 años, que ha donado un millón de euros para restaurar la iglesia del pueblo, gravemente deteriorada por el paso del tiempo.
El pasado 25 de octubre, decenas de personas se reunieron frente al templo para asistir al descubrimiento de una placa en honor a Landy, un gesto de gratitud hacia el benefactor que ha hecho posible unas obras largamente esperadas. Según ha informado el medio francés France 3, este donativo permitirá financiar tres cuartas partes del presupuesto total de la restauración, cifrado en 1,38 millones de euros.
"Nací aquí, hice mi Primera Comunión aquí, siempre he vivido en La Chapelle…", expresó Landy, visiblemente emocionado, desde su silla de ruedas durante el homenaje.
El corazón del pueblo en riesgo de derrumbe
Con apenas 640 habitantes, La Chapelle-sur-Aveyron es una de tantas pequeñas comunas rurales que luchan por conservar su patrimonio. Su iglesia, varias veces remodelada a lo largo de los siglos, se encontraba en un estado crítico.
"Somos un pueblo muy pequeño, así que nuestra iglesia es nuestro único patrimonio. No está catalogada, pero es el corazón del pueblo, todo el mundo la aprecia", explicó el alcalde, Christian Chevalier, a France 3.
Las primeras señales de deterioro aparecieron a principios de los años 2000. Sin fondos suficientes para acometer una restauración integral, las distintas corporaciones locales fueron aplazando los trabajos. El gesto de Landy lo cambió todo.
"El alcalde me dijo que teníamos una donación de un millón de euros, así que decidimos llevar a cabo la mayor cantidad de obras posible", recordó el arquitecto del patrimonio Antoine Leriche, encargado del proyecto.
La situación del edificio era tan grave que, según el propio alcalde, sin esta intervención la iglesia habría tenido que cerrarse o incluso demolerse.
La bóveda se estaba desintegrando y los trozos de yeso se acumulaban sobre una red de seguridad. El problema principal, detalló Leriche, era la estructura de la techumbre, que cedía y presionaba la bóveda inferior. Además, el campanario —símbolo visible del templo— se inclinaba cada vez más "debido a una base podrida".
Obras a gran escala
Las obras de restauración, que comenzarán en noviembre, se desarrollarán durante 18 meses en tres fases. La primera consistirá en desmontar el campanario, que será retirado con una grúa y depositado en la plaza del pueblo para su reparación. Luego se rehabilitará el coro, tanto por dentro como por fuera.
Entre primavera y otoño de 2026 se acometerá la parte más compleja: la sustitución completa de la cubierta y la estructura de madera, junto con la retirada de la bóveda de yeso y la renovación de las fachadas.
"Por lo general, el proyecto dura más de 20 años y se divide en cuatro, cinco o seis fases, lo que da tiempo a los municipios para conseguir nueva financiación. Esta vez, es todo a la vez; ¡es la primera vez que me pasa algo así!", confesó el arquitecto Leriche a France 3.
Una vez concluidos los trabajos, el edificio quedará libre de riesgos estructurales. "Y estaremos listos para otros 150 años", celebró el alcalde.
Un gesto que deja huella
Para Raymond Landy, este acto representa una forma de "hacer algo importante" con el dinero heredado de un familiar. Su donación ha sido reconocida públicamente por las autoridades locales, responsables políticos y el obispo de Orléans, Jacques Blaquart, que acudió al acto conmemorativo.
En un tiempo en que muchas iglesias rurales francesas sufren abandono por falta de medios, la historia de La Chapelle-sur-Aveyron ha emocionado a todo el país.



