Sociedad

Luces y sombras de un político clave en el siglo XX: Santiago Carrillo

Carlos Losada

Foto: Europa Press

Miércoles 18 de septiembre de 2019

4 minutos

Se cumplen 7 años de la muerte del histórico dirigente del Partido Comunista de España (PCE)

Santiago Carrillo
Carlos Losada

Foto: Europa Press

Miércoles 18 de septiembre de 2019

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El 18 de septiembre del año 2012 fallecía una de las figuras más importantes de la política española del siglo XX: el dirigente comunista Santiago Carrillo. Esta figura cargada de luces para unos y de sombras para otros resultó clave en los años de la Transición, después de que volviera a España y el Partido Comunista Español (PCE) fuera legalizado de nuevo.

Infancia y juventud

Su interés por la política y por el movimiento obrero probablemente lo heredó de su padre Wenceslao, obrero asturiano que militaba en el PSOE y en la UGT. Como dirigente nacional tanto del partido como de la unión sindical, se trasladó a Madrid con su familia y allí salieron adelante con pocos recursos.

Su hijo Santiago pudo haber estudiado Bachillerato, pero tuvo que renunciar (luego lo retomaría) porque no andaban bien de ingresos. Eso sí, pasó a formar parte de las Juventudes Socialistas de España.

Del periodismo a la política

El joven Carrillo terminaría estudiando periodismo y trabajando El Socialista, para el que cubría la información parlamentaria una vez que se proclamó la República en 1931. En los años republicanos va optando por posturas más revolucionarias que otros miembros del PSOE, acercándose al discurso de Largo Caballero. Así, tras pasar por la cárcel al formar parte de la Revolución del 34, consiguió la libertad con la llegada al gobierno del Frente Popular.

Y llegó la Guerra Civil

Santiago Carrillo participó en varios frentes, incluida la defensa de Madrid. Fue entonces cuando se afilió al PCE. En los momentos en que Madrid está cerca de caer, Carrillo es nombrado Consejero de Orden Público, reclutando gente y organizándola para hacer frente al invasor, mucho más preparado militarmente.

Es en ese puesto cuando se produce uno de los hechos que marcarán su trayectoria. Buena parte de los presos militares y civiles son trasladados desde Madrid a otras cárceles, pero no llegan a su destino, fusilándolos en Paracuellos del Jarama y en Torrejón de Ardoz. Carrillo siempre negó que él supiera nada, aunque muchos historiadores lo dudan debido al cargo que ocupaba y, por lo tanto, dando por segura su responsabilidad.

Este hecho lo sacaría a la luz el gobierno de Franco cuando en los años 60 fue nombrado secretario general del PCE.

Vida en el exilio

Después de la contienda, Carrillo se traslada a París y forma parte del gobierno republicano en el exilio. En los años de dictadura seguirá ascendiendo en el escalafón del PCE hasta sustituir a Pasionaria como secretario general. En estas décadas evolucionará en su pensamiento revolucionario y tomará caminos más moderados.

Santiago Carrillo y Manuel Fraga

Vuelta a la democracia

Tras la muerte del dictador Franco, Carrillo volvió a España después de hablar con Adolfo Suárez. Se enfrentaba a la posibilidad de ser encarcelado por pertenecer al PCE, que estaba prohibido en nuestro país. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Aceptó la monarquía y tomar una posición más moderada a cambio de que el partido fuera legalizado y, de ese modo, poder participar en el juego democrático.

Tanto Suárez como el propio Carrillo tuvieron que enfrentarse a opiniones encontradas dentro del seno de sus facciones políticas, pero finalmente el talante de ambos hizo posible que esa parte de la transición se llevara a cabo con relativa calma. Finalmente, Santiago Carrillo se convertiría en diputado, aunque poco después dejaría su puesto al frente del partido a Gerardo Iglesias, retirándose paulatinamente de la política.

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Carlos Losada

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