La española de 78 años que ha entrado en el Libro Guinness de los Récords con su curiosa colección
María José Fuster es la persona con la mayor colección de hueveras, con un total de 15.485 piezas
María José Fuster, nacida en Barbastro (Huesca) en 1947 y conocida cariñosamente en su pueblo como Finín, es una coleccionista, genealogista e historiadora local, que ha convertido una afición doméstica en un verdadero legado cultural.
Su pasión por las hueveras comenzó en su infancia, al observar unas piezas antiguas de la vajilla de su abuelo. Aquella curiosidad inicial se transformó con los años en una dedicación constante.
Su colección reúne hueveras de todas las épocas, materiales y estilos, procedentes de múltiples países. A lo largo de su vida, Fuster ha residido también fuera de España –cinco años en Roma y veinticuatro en Bruselas–, donde incluso organizó pequeñas exposiciones para compartir su afición.

Además, María José ha mantenido una amplia actividad digital relacionada con el coleccionismo y la cultura popular. Es autora de varios blogs en la plataforma Blogger, entre ellos Una huevera al día, Hueveras: regalos y recuerdos, Procoleccionismo y El blog de Campo (Huesca), desde los que ha difundido su trabajo y documentado miles de piezas.
La aragonesa María José Fuster ha sido reconocida por Guinness World Records como la persona con la mayor colección de hueveras del mundo, con un total de 15.485 piezas oficialmente verificadas.
El récord fue certificado el 22 de julio de 2023, tras un recuento exhaustivo realizado en el salón social de Campo y en el Museo de Juegos Tradicionales, donde se exponen más de un millar de sus hueveras. En total se contabilizaron 14.342 piezas en el salón y 1.143 en el museo, sumando las 15.485 reconocidas por la organización internacional.
El proceso de verificación, que se prolongó durante más de tres horas, fue supervisado por dos testigos independientes y cumplió con los requisitos exigidos por Guinness World Records. La entidad destacó la dedicación y la meticulosidad de Fuster, que lleva más de cinco décadas cultivando esta afición única.
Hoy, con 78 años, sigue activa y comprometida con la divulgación cultural. Parte de su colección puede visitarse en el Museo de Juegos Tradicionales de Campo, donde se exponen algunas de las hueveras más singulares. Su historia es un ejemplo de talento senior, perseverancia y amor por la cultura.


