Sociedad

Maruja Torres: "La derecha hizo muchísimos recortes y mucho daño a las residencias"

Antonio Castillejo

Viernes 10 de abril de 2020

6 minutos

La periodista tiene 77 años, vive sola, sigue trabajando y ahora toma "el vermú de balcón a balcón"

Maruja Torres: "La derecha hizo muchísimos recortes y mucho daño a las residencias" - Foto: EuropaPress
Antonio Castillejo

Viernes 10 de abril de 2020

6 minutos

Escritora, ganadora del Premio Planeta y del Nadal, Maruja Torres es una periodista, hay muy pocos que aún merezcan este calificativo, de raza. Corresponsal en Líbano, Panamá, Israel, adscrita durante años a El País, periódico que abandonó en 2013 y al que acaba de regresar igual que ha hecho con Madrid, donde ahora ha fijado su residencia y donde pasa el confinamiento impuesto por el estado de alarma.

PREGUNTA: La primera pregunta en estos tiempos de pandemia no puede ser otra que saber cómo se encuentra...

RESPUESTA: De momento me encuentro muy bien. Llevo 25 días recluida en casa pero afortunadamente tengo un vecino muy amable que me hace la compra y me la deja en la puerta. Friego el piso, cocino, escribo mi artículo para El País, pienso, aplaudo, duermo y hablo con la gente por teléfono o por videoconferencia. Vivo y ya está. 

P.: Vive sola. ¿Qué tal sobrelleva el aislamiento?

R.: Antes de recluirme compre cosas, me pertreché y a seguir viviendo. Yo siempre he vivido sola, siempre he espabilado sola, estoy bien sola. No hecho en falta nada, aparte, claro, de las salidas, del aire libre, las cenas con los amigos... pero decir otra cosa sería miserable comparándolo con como está la gente. Tengo que mirar a la gente que está en las residencias, en los hospitales, a la gente que está en la UCI, a mis amigos que tienen a la madre muriéndose y no la pueden ver, a mis amigos que tienen hermanos moribundos... Ante todo eso yo no tengo ningún problema, estoy perfectamente.

P.: Ha mencionado a las personas mayores que están en las residencias. ¿Le preocupan especialmente?

R.: Sí, la derecha hizo muchísimos recortes y mucho daño a las residencias. Lo mismo hicieron con la sanidad pública, los pobrecitos bastante están haciendo con lo poco que les dejaron. Demasiado están consiguiendo hacer después de que la derecha hiciese sus negocios con la sanidad privada. Eso hay que recordarlo y hablarlo cuando pase todo esto.

P.: ¿Se refiere a esa derecha que no ve con buenos ojos una reedición de los pactos de la Moncloa?

R.: Están ocultando sus propios errores. Siempre lo han hecho, siempre han mentido como bellacos, pero lo que pasa es que como yo ya tampoco confío en el género humano como tal, igual les vuelven a votar porque la naturaleza humana es muy perversa. Deberíamos entender que la sanidad pública no es un tema político, es un tema en el que se tiene que poner todo el mundo de acuerdo porque es una necesidad de todos y ellos cuando se han puesto malitos también han ido a la pública. Yo ahora vivo en Madrid y lo estoy viendo, pero también lo veía cuando vivía en Cataluña. Artur Mas fue el primero que hizo recortes. Así actúa la derecha, hable el idioma que hable siempre tiene el bolsillo e el mismo sitio.

P.: Supongo que estos días estará leyendo mucho...

R.: No creas, me puedo concentrar poco, me preocupa la situación que estamos viviendo. Me cuesta concentrarme para leer, más bien veo series y leo prensa y cosas cortas porque me cuesta concentrarme en un libro con profundidad, tendría que estar por ello y como tengo mucho trabajo porque vivo sola y a mis 77 años friego, limpio el piso, lo desinfecto, cocino, hago el baño, paso el mocho... Y cuando acabo todo eso escribo mi artículo, después una pequeña siesta y al balcón a aplaudir y luego me pongo una serie.

P.: ¿No le parece que el aplaudir por las tardes nos está haciendo recuperar la cultura de balcón que habíamos perdido?

R.: Ya lo creo. En mi calle hacemos el aperitivo, nos tomamos el vermú, cuando hace sol, claro, salimos cada cual con su pareja, con su vasito de lo que sea y charlamos, siempre hay alguien que pone musica y hemos desarrollado una relación de balcón a bacón a lo largo de estos días. Cada vez somos más gente y los viernes por la noche tenemos discoteca y lo bailamos todo. Es muy bonito, muy de película antigua en blanco y negro.

P.: ¿Seremos los mismos cuando todo esto haya pasado?

R.: Claro. En el fondo el ser humano ha pasado por todo y continúa haciendo el mal... Es que yo soy muy escéptica, lo que pasa es que no creo en el género humano, creo en las personas de una en una y entonces y pienso que hay unas cuantas personas que lo tendremos muy en cuenta. Hay mucha gente que después de una tragedia, como después de una dictadura, no quieren recordar y se lanzan a la vorágine , por eso hay esos periodos de entreguerras tan enloquecidos en los que todos salen a bailar el foxtrot, los felices años 20, la república de Weimar, Cabaret... ¿Y luego quienes llegaron?, los nazis. Mucho cuidado con creer que saldremos de esta mejores porque también lo pensamos con la crisis y mira cómo salimos. Mucho cuidado con no estar al loro, no sea que la próxima vez que vayamos a votar lo hagamos mal y sea la última.

P.: En cualquier caso, las consecuencias económicas van a ser, lo están siendo ya, terribles...

R.: Cierto, pero no quiero pensarlo, en este momento hay que sobrevivir y después ya haremos lo que podamos, pero lo vamos a pasar muy mal y unos peor que otros. Los de siempre lom pasarán peor, va a ser tremebundo, pienso en la pobre gente que no puede pagar el alquiler, que no tiene con qué salir adelante...

P.: ¿Nos ayudará esta vez Europa?

R.: Hay que hacer algo con todo esto y Europa no es que se esté portando mal, es que te obliga a preguntarte para qué sirve, es repugnante. Yo soy proeuropea, pero a ver si me van a quitar el europeismo a tortazos. No quisiera yo, pero vamos a tener que ver si podemos formar una Unión Europea de los otros, para defendernos de estos cretinos del norte que nos miran con esa indiferencia y tienen otra forma de ser, tienen un punto de Baviera y un punto supremacista, están convencidos de que trabajan más y luego resulta que a las cinco de la arde ya están en casa con las pantuflas. Siento mucho decir esto, pero les he escuchado en Viena llamar a la gente gitanos y negros y se lo llamaban incluso a los milaneses que a su vez llaman terrone a los de Roma y Nápoles. Pero sobreviviremos porque en el sur sabemos vivir mejor.

P.: Siguiendo con Europa, ¿porqué piensa que Italia y España se están llevando la peor parte de esta pandemia?

R.: Es cierto que somos más de besos y abrazos, pero también lo es que tenemos una población muy envejecida, de hecho el mayor desastre está en las residencias. El toqueteo también habrá influido, como ha influido que ahora también viajen los chinos y hayan abierto sus fronteras al turismo. A saber cuantas epidemias no habrán tenido ellos a solas cuando estaban encerrados. Pero sí, nuestra población está envejecida.

P.: Con respecto a China, hay gente que no tiene mucha fe en las cifras que han dado, ¿se las cree?

R.: No me las creo. El otro día leí a Ana Fuentes que ha sido corresponsal allí y estoy de acuerdo con ella, los chinos no han sido transparentes en su vida, al médico que denunció la existencia del coronavirus lo callaron y se murió... aunque nunca sabremos de qué. No me creo esas cifras y como sí creo que nadie puede contar bien porque esto es una locura que a pillado a todo el mundo desprevenido. El día que nos hagan a todos el test rápido nos vamos a quedar patidifusos. 

P.: Antes de desearle toda la suerte del mundo, no me gustaría despedirme sin preguntar: ¿Cómo está viendo la actuación del gobierno?

R.: Creo que han hecho todo lo que han podido sobre la marcha, igual que lo han hecho sobre la marcha los franceses, los italianos... Y se habrán equivocado a veces, pero cómo no se van a equivocar cuando se hace una cosa por primera vez, si nunca antes te habías enfrentado a algo así. Lo están haciendo lo mejor que pueden y ya llegará el momento de reprochar errores, pero ahora no toca.

P.: Ahora sí, toda la suerte del mundo.

R.: Mucho ánimo a todos. Saldremos de esta.

Sobre el autor:

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.

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