65ymás
Un 49 por ciento de los españoles considera que el sistema sanitario no está preparado para afrontar el envejecimiento de la población, un fenómeno que va de la mano de un aumento de enfermedades crónicas como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, según un informe elaborado por beBartlet, a partir de una encuesta realizada por Cluster17 y en colaboración con Daiichi Sankyo.
Tan solo un 41 por ciento de la población cree que el sistema sí está preparado, y un 9 por ciento se ha mostrado neutro, tal y como ha expuesto el politólogo, experto en análisis de datos y miembro de Cluster17, Pablo Simón, durante una rueda de prensa.
Esta percepción cuenta con una "interesante diferencia" entre la gente joven y los mayores, y es que solo un 26 por ciento de las personas de entre 18 y 24 años cree considera al sistema preparado, en contraposición con el 59 por ciento del grupo de entre 64 y 75 años.
"La gente mayor tiene una mejor percepción del sistema que los más jóvenes. Esto no es extraño. Los no usuarios del sistema suelen ser más críticos que los usuarios", ha añadido Simón.
Por su parte, el vicepresidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Tomás Castillo, ha destacado que el sistema sanitario está logrando que enfermedades como el cáncer reduzcan su mortalidad para convertirse en patologías crónicas.
Asimismo, ha considerado que ningún sistema sanitario está preparado para el envejecimiento de la población y la cronificación de las enfermedades, pues se trata de unos fenómenos que "nunca antes" habían ocurrido.
Un mayor enfoque en la cronificación
El jefe del Servicio de Oncología del Hospital de Fuenlabrada, el doctor Juan Guerra, ha lamentado que las actuales políticas sanitarias sean "cortoplacistas" y se centren en "conseguir votos", cuando lo que se necesita es "visión de futuro" para la salud, especialmente con las continuas advertencias sobre el envejecimiento poblacional y la cronificación de las patologías.
España se va a ver especialmente afectada por esta situación junto a Japón, tal y como ha afirmado la directora general de Daiichi Sankyo España, Inmaculada Gil, y es que ambos países serán los que tengan una población más longeva para el año 2040, según estimaciones de la revista The Lancet.

Los españoles han percibido una necesidad de mejora en la preparación del sistema sanitario frente a las enfermedades crónicas, lo que requiere de un mayor enfoque en el cuidado de los pacientes, motivo por el que un 73 por ciento de la población ha considerado "urgente" el refuerzo de la Atención Primaria, seguida de la hospitalización domiciliaria (44 por ciento) y los servicios de rehabilitación (42 por ciento).
Dichos cambios deben abordar igualmente las diferencias de atención territoriales, y es que un 82 por ciento de los 1.608 encuestados ha notado desigualdad en la calidad de los servicios sanitarios según la comunidad autónoma en la que se vive.
El presidente de la Sociedad Catalana de Lípidos y Arteriosclerosis, el doctor Lluís Masana, también ha apuntado a la escasez de médicos y de enfermeras en el sistema sanitario, lo que ya está afectando a la evolución hacia un sistema de cuidado y seguimiento del paciente.
Envejecer con salud
Durante la jornada se ha recalcado la necesidad de que las personas sean "capaces de envejecer con salud" y que hay que "morir jóvenes pero lo más tarde posible", unas afirmaciones con la que se ha mostrado a favor un 54 por ciento de los encuestados, quienes han abogado por la promoción del envejecimiento saludable para aliviar la carga del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Aunque la mayoría de la población ha valorado positivamente la integración de hábitos y estilos de vida saludables para lograrlo, siendo el ejercicio físico (61 por ciento), seguir una alimentación equilibrada (55 por ciento) y reducir el estrés (49 por ciento) los más prioritarios para los encuestados, son los jóvenes los que más lo perciben de esta forma.
Sin embargo, una buena parte de los españoles cree que no cuenta con la suficiente información para prevenir enfermedades cardiovasculares o el cáncer, y es que tan solo un 27 por ciento ha asegurado haber recibido información respecto a las patologías cardiovasculares en los últimos seis meses, una cifra que aumenta hasta el 37 por ciento en los mayores de 75 años.
Estas informaciones se reciben sobre todo en centros de Atención Primaria y en campañas institucionales, siendo los profesionales sanitarios (50 por ciento) los que más la proporcionan, mientras que las redes sociales (8 por ciento) aún tienen un impacto limitado.
Los medios de comunicación tradicionales continúan siendo importantes en este sentido, con una recepción de este tipo de mensajes del 32 por ciento en el caso de la televisión, con un 26 por ciento en el caso de la prensa escrita y con un 21 por ciento en el caso de la radio.
Mientras que el 65 y el 59 por ciento de los encuestados ha identificado el sedentarismo y el tabaquismo, respectivamente, como factores de riesgo de patologías cardiovasculares, otros elementos como el colesterol LDL elevado solo ha sido señalado por el 36 por ciento.
Cuando se habla del cáncer, solo un 31 por ciento ha asegurado que ha recibido información de prevención en los últimos seis meses, destacando el grupo de personas de entre 50 a 64 años (37 por ciento), que son aquellas en las que más se enfocan las campañas debido a que suelen ser estas edades donde el riesgo de padecer cáncer empieza a aumentar.
En este caso, los profesionales sanitarios (44 por ciento) y las campañas publicitarias (46 por ciento) son los medios más eficaces para distribuir estos mensajes, con un impacto de los medios tradicionales parecido al de las enfermedades cardiovasculares, al igual que en el caso de las redes sociales.
Si bien un 77 por ciento ha identificado el tabaquismo como un factor de riesgo, y que otro 70 por ciento ha hecho lo propio con la herencia genética, solo un 41 por ciento ha señalado a la alimentación poco saludable. Otro 40 por ciento lo ha relacionado con la radiación ultravioleta; un 19 por ciento con el sedentarismo; y un 18 por ciento con el consumo de alcohol.
Un 55 por ciento de los encuestados cree que el acceso a medicamentos o terapias avanzadas es el "principal desafío" para abordar tanto el cáncer como las enfermedades cardiovasculares, seguido de la reducción de las listas de espera para conseguir un diagnóstico, pruebas y tratamientos.