Sociedad

La rutina diaria de la española Mary Palmer, maratoniana de 80 años

Cerlesky Pérez

Foto: Instagram

Domingo 7 de diciembre de 2025

8 minutos

Ha convertido su jubilación en un proyecto solidario

La rutina diaria de la española Mary Palmer, maratoniana de 80 años
Cerlesky Pérez

Foto: Instagram

Domingo 7 de diciembre de 2025

8 minutos

A sus 80 años, Mary Palmer ha transformado su jubilación en una etapa de entrega y solidaridad. Tras una vida dedicada a la enseñanza en Barcelona, esta aragonesa decidió que su retiro no sería sinónimo de descanso, sino de compromiso.

Palmer nació en 1945 en Saqués, una pequeña localidad oscense. Su infancia estuvo marcada por la vida rural y una juventud en movimiento que la llevó también a vivir en zonas de montaña en Francia. Muchos años después, ya instalada en Barcelona y próxima a la jubilación, viajó por primera vez a Nepal. Ese viaje, que inicialmente debía ser turístico, se convirtió en un punto de inflexión.

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Fuente: Instagram

 

En las aldeas del valle de Helambu, en el Himalaya, Mary descubrió una realidad que no pudo ignorar: niños que caminaban horas por senderos de montaña para llegar a la escuela, centros educativos sin recursos y familias incapaces de costear estudios básicos. Aquel impacto emocional se transformó en compromiso y en 2010 creó Shamrock Nepal, una ONG que hoy financia becas, materiales escolares, uniformes e incluso la construcción de instalaciones educativas en zonas aisladas.

Un estilo de vida construido alrededor del deporte

Su vitalidad no es fruto del azar. Mary mantiene una rutina diaria que sorprende a cualquiera que la vea entrenar. Se despierta entre las seis y media y las siete de la mañana, prepara una infusión de manzanilla con jengibre, cúrcuma, limón y miel –un ritual que asegura que le da energía– y sale a correr al parque del Putxet, donde acumula unos 10 kilómetros al día.

Escaleras, desniveles y constancia son parte de un entrenamiento que sigue desde hace años. Después desayuna pan de espelta con sésamo y aceite de oliva, junto a un huevo duro y procura evitar los alimentos procesados en favor de productos frescos. No sigue ninguna dieta estricta, pero sí escucha a su cuerpo y apuesta por aquello que sabe que le ayuda a mantener el ritmo que exige su día a día.

 

Muchos vecinos la reconocen y la saludan. Algunos jóvenes la han parado para decirle que verla correr “da esperanza”. Su presencia se ha convertido en un pequeño símbolo del barrio, una demostración silenciosa de que la edad no es un obstáculo para mantenerse activo.

Este año volverá a enfrentarse al reto de los 42 kilómetros, igual que ya hizo en su primera maratón, en la que cruzó la meta en 5 horas y 15 minutos. Su objetivo es seguir dando visibilidad a su proyecto y recaudar fondos para Shamrock Nepal. Cada donación, cada mensaje de apoyo y cada kilómetro recorrido tienen un destinatario claro, que los niños de su ONG puedan seguir teniendo educación.

Un ejemplo que inspira

La historia de Mary Palmer trasciende el deporte. Es la demostración de que la solidaridad, la constancia y el movimiento pueden formar parte de cualquier etapa vital. Su proyecto en Nepal ha cambiado vidas, pero su ejemplo también lo hace: muestra que nunca es tarde para empezar, para reinventarse o para dedicar tiempo a lo que de verdad importa.

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Cerlesky Pérez

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