El Juzgado de lo Penal número ocho de Valencia ha condenado a dos años de prisión por delito de abandono de una persona con discapacidad necesitada de especial protección, a la cuidadora de una mujer de 93 años.
La mujer había sido demandada por el hijo de la fallecida, y designada por la consejería de Bienestar Social, por "no dispensar los cuidados esenciales y atenciones necesarias" a la mujer, y haberse dedicado al negocio familiar, en concreto, una frutería.
La acusada cobraba 1.200 euros mensuales por el trabajo que no realizaba, lo que provocó que la fallecida a finales de 2017 presentara "estado de desnutrición importante, gran deshidratación, falta de higiene y heridas no curadas", según se ha podido probar en la sentencia.
El mal estado de la mujer se detectó tiempo después y su hijo pidió a la la Dirección General de Servicios Sociales y Personas en situación de Dependencia, de la Generalitat, que revisara su situación y se la derivara a una residencia.
Fue precisamente en el centro donde se dieron cuenta de los problemas de desnutrición y atrofia muscular por haber estado encamada, sin apenas moverse, durante el último año. Además, la mujer estaba deshidratada y por eso tuvo que ser derivada al servicio de Urgencias del Hospital General de Valencia, donde falleció cuatro días después.
Aunque la causa de la muerte fue una infección de las vías respiratorias inferiores, la sentencia asegura que la situación previa de la mujer "debida a la falta de cuidado, hubiera podido actuar en todo caso como una concausa empeorando la evolución del proceso".
La acusada asegura que daba de comer a la mujer
La defensa de la acusada de 32 años asegura que la desatención se debe a que en esas fechas, diciembre de 2016, presentó una denuncia contra su exmarido, hijastro del hijo de la mujer a la que cuidaba desde el año 2011 sin que hubiera habido ningún tipo de problema anterior con su trabajo.
La acusada aseguró que daba de comer a la fallecida cinco veces al día y que no se dio cuenta de los dolores, ni de las heridas de la mujer.
Aún así, la Fiscalía aseguraba que los problemas de la mujer no pudieron aparecer de un día para otro, y así lo asegura el médico de la residencia donde estuvo la mujer: "El estado de la anciana descrito por el médico de la residencia no puede justificarse sino desde la más absoluta desidia y desinterés en el cuidado de la mujer".
La acusada se enfrenta a dos años de cárcel y a un pago de 4.000 euros de indemnización al hijo de la fallecida al "considerar probado que los últimos meses de su vida la anciana no recibió los cuidados necesarios, no siendo alimentada e hidratada de forma conveniente y en cantidad suficiente, y no siendo aseada y lavada de forma periódica".
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.