Vivir cerca del agua puede beneficiar nuestra salud mental

Sabemos que las personas tienen más probabilidades de experimentar trastornos de salud mental en áreas con mayor densidad de población. Además, la contaminación, el ritmo de vida urbano o la falta de apoyo social son factores que han convertido en un desafío cada vez mayor la vida en las ciudades. 

En cambio, los entornos naturales son una posible solución, ya que muchos estudios han demostrado que cuando las personas están más cerca de la naturaleza están menos estresadas y su estado de ánimo y su salud mental mejoran. 

Pero, aunque muchos estudios se han centrado en los espacios verdes, los investigadores también están comenzando a analizar los beneficios para nuestra salud de vivir cerca del agua. Algunos de ellos muestran que las personas que viven cerca del agua tienen un menor riesgo de muerte prematura, un menor riesgo de obesidad y, en general, reportan una mejor salud mental y bienestar. Así lo determina un estudio de Glasgow Caledonian University realizado por Sebastien Chastin y Michail Georgiou.

“Realizamos una revisión sistemática de los estudios previos y se demostró que vivir más cerca y tener más espacio azul dentro de su vecindario podría aumentar significativamente sus niveles de actividad física. También se que los espacios azules reducen el estrés y la ansiedad, al tiempo que mejoran el estado de ánimo y el bienestar psicológico de las personas”, comentan sus autores.

Mayor bienestar

Más que nunca, los espacios azules se están promocionando como importantes para la salud y el bienestar humanos. Investigaciones recientes centradas en playas y océanos muestran que, si no cuidamos de la salud de las playas y los océanos, nuestra propia supervivencia no está asegurada.

Pero no solo el mar, sino que todos los elementos acuáticos como canales, ríos y lagos podrían utilizarse para mejorar la salud mental de las personas que viven en las ciudades. Porque el término "espacio azul" se utiliza para referirse a espacios acuáticos que incluyen océanos, ríos, lagos, canales y piscinas.

Los investigadores que estudian los efectos del espacio azul a través de la realidad virtual también han descubierto que las personas lo ven como restaurador, fascinante y preferible a un entorno construido. Esto muestra cómo la tecnología podría usarse como una forma de estudiar cómo el estar cerca del agua afecta a las personas.

Además, contar con más tramos de agua en las ciudades podría mejorar la salud de la población de otras formas, como reducir el calor y reducir la contaminación del aire. Diversos proyectos en los últimos años han buscado regenerar las redes de canales en algunas ciudades, aunque principalmente con el fin de mejorar la economía local, la regeneración de estas redes puede traer otros beneficios y hacer que las ciudades sean más resistentes al cambio climático. También se crear senderos para caminar a lo largo de los canales, o vías acuáticas permite a las personas hacer más ejercicio en un entorno natural e incrementar su salud.