Alimentación

Los crustáceos, insectos y hongos favorecen la digestión y contrarrestan la obesidad

65ymás

Foto: Big Stock

Lunes 25 de septiembre de 2023

6 minutos

Según un estudio de la Universidad de Washington, la fibra de estos alimentos ayuda al metabolismo

Los crustáceos, insectos y hongos favorecen la digestión y contrarrestan la obesidad
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Lunes 25 de septiembre de 2023

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La digestión de una criatura crujiente como los insectos o los crustáceos, tal y como se hace en algunos lugares como Asia, comienza con el sonido crujiendo rígida cubierta protectora: el exoesqueleto que, por muy desagradable que parezca, esta cubierta dura podría ser buena para el metabolismo acelerando la digestión y ayudando a contrarrestar la obesidad, según un nuevo estudio realizado en roedores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos), publicado en Science.

Los investigadores descubrieron en ratones que la digestión de quitina, una fibra dietética abundante en los exoesqueletos de insectos y también en hongos y caparazones de crustáceos, activa el sistema inmunológico. Una respuesta inmune activa se relacionó con un menor aumento de peso, una reducción de la grasa corporal y una resistencia a la obesidad.

El sistema inmunológico es bien conocido por proteger al cuerpo contra diversas amenazas, incluidas bacterias, virus, alérgenos e incluso cáncer. Los investigadores encontraron que un brazo particular del sistema inmunológico también participa en la digestión de la quitina.

Los crustáceos, insectos y hongos favorecen la digestión y contrarrestan la obesidad. Hombre mayor digestión (Big Stock)

Los resultados del experimento

La distensión del estómago después de la ingestión de quitina activa una respuesta inmune innata que hace que las células del estómago aumenten la producción de enzimas, conocidas como quitinasas, que descomponen esa fibra. Es de destacar que la quitina es insoluble (incapaz de disolverse en líquido) y, por lo tanto, requiere enzimas y condiciones ácidas severas para digerirse.

Los investigadores realizaron los experimentos en ratones libres de gérmenes que carecían de bacterias intestinales. Sus resultados muestran que la quitina activa las respuestas inmunes en ausencia de bacterias.

"Creemos que la digestión de la quitina depende principalmente de las quitinasas del propio huésped", afirma Van Dyken. "Las células del estómago cambian su producción enzimática mediante un proceso al que nos referimos como adaptación. Pero es sorprendente que este proceso ocurra sin aportes microbianos, porque las bacterias en el tracto gastrointestinal también son fuentes de quitinasas que degradan la quitina", explica.

Van Dyken observó que en roedores con bacterias intestinales, la quitina de la dieta alteraba la composición bacteriana en el tracto gastrointestinal inferior, lo que sugiere que las bacterias intestinales también se adaptan a los alimentos que contienen esta fibra después de que salen del estómago.

El equipo de investigación descubrió que el mayor impacto sobre la obesidad en roedores se producía cuando la quitina activaba el sistema inmunológico pero no era digerida. Los ratones alimentados con una dieta rica en grasas también recibieron quitina. Algunos de estos carecían de la capacidad de producir quitinasas para descomponer la quitina.

Los crustáceos, insectos y hongos favorecen la digestión y contrarrestan la obesidad. Experimento ratón (Big Stock)

Los ratones que comieron quitina pero no pudieron descomponerla ganaron la menor cantidad de peso, tuvieron las mediciones de grasa corporal más bajas y resistieron la obesidad, en comparación con los que no comieron quitina y con los que sí la comieron pero pudieron descomponerla.

Si los roedores podían descomponer la quitina, todavía se beneficiaban metabólicamente, pero se adaptaban produciendo en exceso quitinasas para extraer nutrientes de la quitina.

Van Dyken y su equipo planean dar seguimiento a sus hallazgos en personas, con el objetivo de determinar si se podría agregar quitina a la dieta humana para ayudar a controlar la obesidad. "Combinar esos enfoques con un alimento que contenga quitina podría tener un beneficio metabólico muy real", concluye.

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