Alimentación

¿Cuáles son los alimentos más saciantes de la dieta mediterránea?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Miércoles 25 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Miércoles 25 de marzo de 2020 a las 6:27 H

3 minutos

Nuestros hábitos tienden a ser más saludables, pero aún se tiende a abusar de azúcares y grasas

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Teresa Rey

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Miércoles 25 de marzo de 2020

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Cuando comemos hay alimentos que nos sacian más que otros. Esta sensación depende de los productos que elijamos, ya que no todos tienen esta cualidad. No obstante, muchas veces la opción elegida para conseguir ese efecto no es la más adecuada, y tendemos a decantarnos por la menos saludable. Dentro de la dieta mediterránea existe una serie de alternativas que nos llenan más que otras y que es recomendable conocer para evitar caer en tentaciones menos saludables.

Azúcar, grasa y saciedad

Según el último informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre el consumo alimentario en España, aunque hay una mejora de los hábitos saludables, todavía se aprecia una preferencia por el consumo de alimentos ricos en azúcar y grasas que en realidad “presentan una capacidad saciante menor”,  pero que se siguen tomando, según explica Francisco Botella Romero, miembro del área de Nutrición y vocal del área asistencial y de comunicación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN @sociedadSEEN).

La saciedad depende de varios factores, por un lado influyen las propiedades del alimento, así de su densidad energética, la cantidad y el tipo de fibra, y por otro el porcentaje de proteínas que suponga dentro de las calorías totales ingeridas. Además, para sentirnos saciados el cerebro juega también su papel, pues para ello entran en juego sistemas hormonales gastrointestinales y de neurotransmisores químicos en áreas concretas de este.

Están los patrones de la dieta mediterránea en peligro de extinción (Bigstock)

El papel del cerebro

Al tomar alimentos que proporcionan “placer”, que suelen ser los abundantes en grasa y azúcar, “se activan unos neurotransmisores relacionados con estados de estados de ansiedad, depresión o de compensación frente a frustraciones o inhibiciones psicológicamente relevantes”, explica el experto.

Estos productos son precisamente los que en general gustan a la mayoría de la población pero que no son los más saludables: refrescos, patas fritas o snacks, pasteles o helados, principalmente.

Frente a ellos, la dieta mediterránea tiene otros que poseen un mayor contenido en proteínas o fibra y que además se caracterizan por ser más saciantes y por un valor nutricional destacable, este es el caso de las carnes y los pescados grasos, los frutos secos o las legumbres.

Por lo tanto, los nutricionistas abogan por este tipo de alimentación antes de las posibilidades menos saludables. Aunque Botella asegura que a veces esto resulta complejo porque cuando nos alimentamos nos dejamos influir por factores que van más allá de lo meramente nutricional. Esto es así porque los patrones culturales, los horarios, los circuitos de recompensa y otras sensaciones placenteras cerebrales nos condicionan y son los que a veces nos llevan a decantarnos por unos menús menos sanos.

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