El error que cometemos con la comida envasada al vacío
Lo explica el cocinero Fernando Canales Etxanobe
La comida envasada al vacío es una técnica de conservación que consiste en extraer el aire de un envase sellado que elimina el oxígeno y eso permite ralentizar la oxidación y el crecimiento de las bacterias y el moho. En otras palabras, con esta técnica se prolonga de manera significativa la vida útil de los alimentos.
Se pueden envasar al vacío los alimentos cocidos o crudos, como carnes, pescados, verduras, y guisos, y mantener su sabor, textura y nutrientes durante más tiempo.
Ahora bien, como suele ocurrir con este tipo de 'trucos' es que conocemos solo los beneficios, pero nos olvidamos de los aspectos que tenemos que tener en cuenta para que esto funcione.
En este sentido, Fernando Canales Etxanobe, cocinero en Despensa & Atelier de Etxanobe, ha compartido en sus redes sociales "el error que casi todos cometemos con la comida envasada al vacío".
Lo primero que comienza explicando en su perfil de Instagram es que "a veces creemos que la comida al vacío aguanta más tiempo simplemente por estar sellada… Pero no siempre es así".
El chef explica que "el vacío protege los alimentos solo si hay frío. Sin frío, el efecto es el contrario".
Para que lo entendamos, el cocinero pone el siguiente ejemplo: "Si quieres llevarte un fiambre de viaje, sácalo del vacío. A temperatura ambiente se estropea más rápido, cuando no hay frío el vacío es una bomba para estropear los productos".
Canales considera que el vacío es "útil, siempre y cuando tengas en cuenta sus necesidades".
Cómo debes envasar caldos y sopas al vacío
Ahora que ya sabemos la necesidad de que la comida envasada al vacío esté en lugar frío, os explicamos cómo podemos envasar sopas y caldos ahora que apetecen tanto para entrar en calor.
Lo único que necesitamos son los típicos tarros de cristal y su tapa. Los tarros tienen que estar limpios, para no contaminar ni ensuciar el alimento que quieres envasar.
Cuando el caldo o la sopa estén aún calientes, tienes que guardarlos en el tarro con rapidez para mantener ese calor.
A continuación, cierra el bote con tanta fuerza como puedas, y después dale la vuelta y dejarlo boca abajo hasta que el líquido se enfríe. Cuando le des la vuelta, se escuchará un sonido que indicará que el vacío se ha hecho bien. Aun así, se puede comprobar haciendo un poco de presión en la tapa. Si no se hunde, es que has realizado la técnica bien.
Así, con este sencillo método, podrás sacarle mucho más provecho a tu caldo o sopa y conservar su estado original en perfectas condiciones.


