
Alarma en Italia por una nueva estafa que llega desde España
Una ola de fraudes telefónicos está sembrando el caos en distintos países de Europa

Italia viene sufriendo una ola de fraudes realizados a través de llamadas telefónicas que, según indican las autoridades, tienen su origen en España. Este tipo de engaños generan graves consecuencias económicas en las víctimas que caen en la trampa.
Uno de los factores que causan confusión en las víctimas es que las llamadas se realizan desde números fijos, lo que les da un aire de autenticidad. Los delincuentes utilizan prefijos +34 para hacer creer a los receptores que es una llamada legítima que procede desde España. En realidad, se trata de una manipulación mediante tecnología VoIP, que oculta el verdadero origen para complicar el rastreo de la llamada.
Esta técnica es conocida como vishing, una forma de estafa telefónica que busca obtener datos personales y bancarios. El procedimiento empieza con una llamada en la que el delincuente se hace pasar por un empleado del banco y advierte a la víctima de supuestos problemas con sus cuentas. A menudo, mencionan el nombre real de la entidad para ganar confianza. Tras crear un escenario de urgencia y miedo, el usuario termina revelando información clave, como contraseñas o números de tarjeta, lo que permite que los estafadores puedan acceder al control de su dinero.

Evita caer en la trampa
Este fraude se realiza mucho a personas mayores, quienes son personas más vulnerables en temas digitales. La presión que ejercen los estafadores es un punto que se debe manejar para no caer en la estafa. Los expertos indican que lo más importante es mantener la calma y desconfiar de cualquier llamada inesperada o sospechosa, incluso si parecen proceder de instituciones oficiales.
Las medidas de protección pasan por activar filtros de spam en el móvil, bloquear todos los números sospechosos y, en caso se lleguen a comunicar contigo, evitar dar cualquier tipo de dato personal o bancario. La prevención y la desconfianza son las mejores armas para enfrentar la ola de fraudes que sigue creciendo en Europa.