Aunque algunas personas recurren a ellas como un elemento más de decoración, lo cierto es que las alfombras cumplen una importante función en casa. Por ejemplo, protegen el suelo del desgaste o los posibles impactos, especialmente si este es de madera; también sirven para delimitar los distintos espacios de tu hogar, dan calor en los días más fríos del invierno y hacen mucho más agradable nuestra pisada cuando caminamos descalzos.
Sin embargo, como cualquier otro mueble u objeto decorativo, las alfombras pueden acabar deteriorándose, sin olvidar toda la suciedad que puede quedar acumulada entre sus fibras. Ante esta situación, hacer un lavado de alfombras de forma periódica resulta fundamental para que tu hogar siempre luzca sano y salvo. Además, que mejor ocasión para cumplir dicho cometido que en verano, cuando su presencia puede resultar más incómoda. Bajo esta premisa, ¿cómo puedes limpiar tus alfombras desde casa?
Restos de comida, barro, líquidos, pelos de tu mascota... Son muchas las sustancias que pueden quedar adheridas a tu alfombra cada día, aunque no se vean a simple vista. Por eso, el proceso de limpieza debe ser muy concienzudo.
Para ello, lo más importante es adquirir un producto especializado, que normalmente suele ser en polvo, para iniciar el lavado. En este caso, lo primero es verter una gran cantidad de este polvo limpiador sobre las manchas y sus alrededores. Deja que actúe durante toda la noche y, a continuación, recógelo con una aspiradora hasta que no quede ningún rastro. No obstante, ¿a qué otras opciones puedes recurrir?
Además de estos productos naturales, también debes tener en cuenta algunas consideraciones durante la limpieza. Por ejemplo, antes de aplicar cualquier sustancia, debes sacudir la alfombra para eliminar el polvo, las migas o los restos humanos que pueda haber sobre ella. Asimismo, si la alfombra es de pelo corto, se recomienda aspirar siempre en dirección contraria al pelo. En cambio, si es de pelo largo, es a la inversa.