Carlos Losada
Cuál
¿Qué fue de la típica manta pinga o manta pinguera?
Tenía un tipo de tejido muy resistente que permitía usarla en múltiples ocasiones
En muchas regiones de España, el término manta pinga o manta pinguera probablemente sea desconocido. Y más en la actualidad cuando prácticamente se ha dejado de utilizar. Sin embargo, si has vivido o nacido por la zona del Campillo de la Jara toledana o incluso en Ávila, seguramente lleguen a ti numerosos recuerdos.
¿Qué es una manta pinga?
Este tipo de mantas se trataba, sin lugar a dudas, de un referente en esa zona de la provincia de Toledo y en todo un ejemplo de cómo reutilizar los recursos que se tenían. Las mantas pingueras estaban hechas de restos de telas usadas que posteriormente se tejían logrando un resultado que destacaba sobre todo por su durabilidad.
No en vano, las pingas se utilizaban para cualquier ocasión. Servían para llevarlas al campo y sentarse encima; para cubrir un sofá o un sillón, ya que se caracterizan por no dar calor a quien se sienta (lo que las hace perfectas para el verano), o simplemente como zona de juegos de los más pequeños de la casa. Y como no podía ser de otro modo, la venta de estas mantas (también llamadas campillanas) se convirtió en un negocio para los artesanos que las tejían. De hecho, era raro que no hubiera una o varias en cualquier hogar.
Disfraz de Carnaval en Ávila
Este mismo tejido también se utiliza como atuendo de los cucurrumachos de Navalosa (Ávila), unos personajes malvados que forman parte de los festejos de Carnaval. Según apuntan en Mascarávila, “los cucurrumachos visten un mono de manta pinguera, tejido tradicional confeccionado en los telares de Navalosa. Cubren su rostro con la carilla, una tosca máscara de madera que se recubre de crines de caballo, a la que se añaden como complemento huesos, cuernos y pieles de animales. De su cuerpo prenden decenas de cencerros y zumbas, amarrados a cinturones y tiras de cuero, collares de vaca, etc. Suelen ir armados con horcas o portando estandartes con cráneos y huesos animales. Del hombro cuelga una alforja o un saco, lleno de paja, que arrojan a cuantos se encuentran a su paso”.