Este año han aumentado un 40% los delitos por estafas económicas a personas mayores de 65 años, aprovechándose de su soledad y exceso de hospitalidad. A la cabeza están los engaños para liberar a su hijo o nieto de la cárcel o el famoso revisor del gas.
Para evitar caer en las estafas, la policía aconseja no confiar en llamadas de ese tipo ni abrir la puerta a desconocidos. Tampoco debemos hacer encuestas en la puerta de casa ni firmar ningún tipo de contrato. Y si se firma algún contrato, se debe tener en cuenta que existen 14 días para desistir.
Esta estafa es muy común en personas mayores. Un falso técnico del gas o la luz llama a su puerta con una excusa de llevar a cabo una revisión porque, o bien hay una avería o hay una oferta mejor en el mercado que quiere mostrarle. Normalmente van en pareja; uno revista el contador y el otro mientras se va ganando la confianza de la víctima. En muchas ocasiones aprovechan para revisar las habitaciones y echar un vistazo al valor del hogar, dinero, joyas, etc.
La trampa viene a la hora de pagar esa inspección del contador. Por eso, la Policía recuerda que las compañías avisan con tiempo antes de realizar la inspección. Y muy importante, nunca cobran en efectivo porque muchas veces cargan ese coste en el recibido de la luz del próximo mes.
Este timo es uno de los más antiguos. El objetivo es ganarse la confianza de la víctima contándoles que tienen décimos de lotería premiados. Suelen ir acompañados de un compinche, que entra en escena con muy buena presencia y termina por convencer al anciano para hacer a medias el negocio.
A cambio debe darle todo el dinero que tenga e incluso las joyas a cambio de los décimos. Incluso en el peor de los casos, acompañan a la persona para que saque dinero de su cuenta del banco.
Este timo está muy de moda en los últimos meses. Digamos que es uno de los timos del siglo XXI. Los delicuentes llaman a personas mayores y les asustan diciéndoles que su hijo, nieto o marido han cometido un delito grave y por eso están en comisaría. El truco viene cuando les dicen que para poder sacarlo, la víctima tiene que dar en efectivo un dinero de forma rápida.
La Guardia Civil explica en su página web que: "El estafador no suele actuar solo, actúan entre dos y tres personas, compinchadas, y la idea es la de obtener dinero en metálico en el acto. Suelen ser muy educados, con buena presencia, hablan con seguridad y se ganan pronto la confianza de su víctima".