¿Estresado? Respira.
¿Cuántas veces le hemos dicho a alguien que se encontraba ante una situación tensa, nerviosa, iracunda, malhumorada… ¡tranquilidad, respira!?
Es un excelente consejo. Los ejercicios de respiración son uno de los métodos más eficaces para relajar la mente y controlar esos estados de ánimo.
Existen varias técnicas de control de la respiración que son muy aconsejables para incluir en nuestra rutina y practicarlas, si puede ser, a diario. Sin embargo, hoy nos vamos a centrar en aquellas que podemos emplear en momentos de estrés agudo.
Está técnica pone el acento en el soplo, en la exhalación de aire, es en ese momento en el que debemos concentrarnos. Prueba:
De esta forma, no solo estamos respirando con mayor profundidad, sino que le estamos informando al cerebro de que el cuerpo tiene suficiente oxígeno y no es necesario que respire de forma rápida o entrecortada como ocurre en situaciones de angustia o estrés agudo.
Si estás pensando “ya, pero en un momento de angustia se me hace difícil pararme a pensar y respirar” puede que te resulte más fácil esta otra opción.
Recuerda: respirar de manera controlada es una de las mejores y más baratas terapias antiestrés.