¿Cómo se llamaba esta mujer?, ¿dónde he dejado el móvil?, ¿he echado la sal?... ¿Te reconoces en alguna de estas situaciones o alguna parecida? Eres de los que dicen “no sé qué me pasa últimamente que se me olvidan las cosas” o eres de los que piensan “¿tendré alguna enfermedad y estoy perdiendo la cabeza?” No seremos nosotros los que hagamos un diagnóstico médico, pero sí los que te demos algunas claves para reconocer si esto que te pasa se llama estrés.
Ser más olvidadizo, más despistado o no poder pensar de modo racional y coherente son algunos de los efectos del estrés sobre la mente. Te proponemos una técnica al alcance de todos, pero que no todos saben alcanzar: controla tu respiración. Aprender a respirar para absorber la máxima cantidad de oxígeno posible resulta beneficioso tanto física como psicológicamente.
Creemos que respirar es una función de nuestro organismo que se produce de forma automática, sin más. Sin embargo, de todos los sistemas de nuestro cuerpo, el respiratorio es sobre el que más podemos actuar, es el más fácil de modificar y controlar.
Este tipo de respiración es la forma “natural” de respirar. Los bebés y los niños pequeños respiran desde el diafragma, mientras que la respiración costal es una tendencia que adquirimos de adultos.
Respirar de manera costal supone, en algunas ocasiones, una respuesta de huida ante una situación de peligro o estrés. Eso hace que nuestro corazón se acelere y que aumente la presión sanguínea, es decir nuestra mente está muy lejos de estar relajada.
Sin embargo, la respiración abdominal fomenta un estado mental sosegado que reduce la presión sanguínea y enlentece el ritmo cardiaco. Además, los ejercicios que estimulan esta respiración ayudan a relajar la mente. Solo el hecho de concentrarse en cómo respirar con el diafragma ya hace que no pensemos en otras cosas que nos inquieten o preocupen, por lo tanto, nos alejan del estrés. Sirvan como ejemplo, prácticas como el yoga en la que esta respiración es la base de su técnica.
Ahora ya sabes cuál es la respiración que te ayuda a relajarte. Aprende sus pasos:
Repite este proceso durante un minuto y ve aumentando el tiempo a medida que domines la técnica.